Revista Deportes

La aburrida consecuencia

Por Malagatoro

Vazquez_Florito_Matilla

Curro Vázquez, Florito y Matilla

“La aburrida consecuencia es el título de una película del más puro humor negro a lo español. Sin las grandilocuencias de Garci y sin las llanezas de Mercero. Obra maestra sería de cogerla Berlanga. Múltiples personajes componen la trama y casi todos fuera de la onda actual de la globalización: desde el casposo en Mercedes, hasta el Oscuro Hombre de las Tinieblas metido a prestidigitador sin varita... sin corbata, ni chistera, ni mucho menos chaqué, ataviado en sobrio traje de corto.

La película comienza en Zaragoza, donde el Oscuro Hombre de las Tinieblas, ese que se mueve en la lúgubre zona de corrales y sale a la luz detrás de los cabestros, detecta el corridón del San Isidro 2011. "¡Quietos todos! Ni tocar un toro de ahí, que esto es oro en mi Madrid pa cuando llegue mayo". Esas ocho fieras de Sorando reseñadas, con su carita de buena gente y que cuentan con el apoyo del Oscuro Hombre de las Tinieblas rápido fueron el objetivo del inventor de la currovazcada.

"Esta es la nuestra, querido hermano. Mírala: tan baja, tan mona, tan limpia. Y avalada por el Oscuro Hombre de las Tinieblas, que es garantía de lidia en Madrí. No le des más vueltas; esta la mata el Caye, que va a juego: tan mono, tan limpio, tan majo, tan feble... Si es que con el aval del Oscuro Hombres de las Tinieblas todo es posible, hermano".

Frotábanse las manos allí, cuando todavía era enero y la veían embestir ya. Preveían los hermanos que llegaban los bichos a corrales, que los veterinarios y la Autoridad (¡ay la Autoridad!) arrugaría el morro hasta escuchar la voz del Oscuro Hombre de las Tinieblas. "Esta es mía y es fuerte. Funcionará". Y todos tan contentos.

Pero, llegado el 22 de mayo, esto no ocurrió. El presidente, hombre implado y reforzado por su gesta de desechar un presunto encierro de borregas, levantó el mentón, frunció el ceño y torció el morrillo, que en un reconocimiento es señal de llevar 31. "¡A la puta calle!".

Y por allí se fueron los sueños del inventor de la currovazcada, del fraternal colaborador y del Oscuro Hombre de las Tinieblas, que ya ni es aval ni es nada, sino un simple y serísimo adiestrador de mansos.

"¿Y qué coño hacemos ahora? Llamemos a Despensas Matilla, él nos dará la solución". Pero en Despensas Matilla se habían acabado las existencias el viernes anterior, y aunque tenga capacidad para mucho remiendo, son ya demasiados imprevistos. 

Suena el teléfono, allá en la taberna de Jaén donde esperaban noticias el inventor de la currovazcada, su fraternal colaborador y un asalariado con libreta. "Hay que ir a El Torreón". Era una orden de la empresa, harta de desmanes y caprichos. 

Todos, por la vía de la urgencia, a visitar al maestro César Rincón. Allí tenía ocho toracos como ocho soles, con sus kilos, sus cuernos, sus caras de pocos amigos... Papelón que te crió. Que sí, que no. La currovazcada, que recuerden se transmite vía móvil, también ordenó cargar funos de estrecha sien en casa de un ganadero amigo. Lío de camiones. Bajas tú, bajo yo, baja él. Bajó lo que bajó, lo que ordenó el patrón, que cabe recordar está harto de desmanes tras dejar ancha manga.”

De la crónica de Javier Hernández en Burladero.com


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