La alergia en la persona “alérgica” por un exceso de anticuerpos IgE
Un efecto adverso indeseable del sistema inmunológico en el cuerpo humano es el posible desarrollo de alergias u otro tipo de hipersensibilidades inmunitarias.
Existen varios tipos de alergia e hipersensibilidades, pero algunas aparecen sólo en personas con una tendencia alérgica específica. Esta es la llamada “alergia atópica”, que se debe a una respuesta inhabitual del sistema inmunitario.
La tendencia alérgica se transmite a través de los genes de los padres al niño y se caracteriza por grandes cantidades de anticuerpos IgE en la sangre, denominados reaginas o anticuerpos sensibilizantes. Los anticuerpos son las moléculas de la inmunidad humoral específica y una de sus principales funciones fisiológicas es la defensa contra los microorganismos extracelulares y las toxinas producidas por los distintos agentes microbianos; y existen cinco clases específicas (IgG, IgM, IgA, IgE, IgD) y cada una de ellas tiene subclases más específicas aún.
Cuando un alérgeno, es decir, una sustancia que reacciona específicamente con un tipo específico de anticuerpo reagínico IgE, entra en la sangre, se produce una reacción alérgeno-reagina, y se produce una reacción alérgica consiguiente.
Dependiendo el tipo de tejido en el que se produzca la reacción alérgeno-reagina, pueden ocurrir diferentes tipos de reacciones alérgicas como la anafilaxia, la urticaria, la fiebre del heno y el asma.
El tratamiento para esta condición puede ser sintomático o específico pero es muy importante tomar medidas de prevención del alérgeno cuando este es evitable, ya que la sintomatología puede ser desagradable e incluso, a veces, desencadenar en la muerte.
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