Una de las principales preocupaciones de algunas mujeres al quedar embarazada es el tema de la alimentación, el cual ha resultado ser bastante polémico ya que muchas personas aseguran que la mujer en período de embarazo debe comer “por dos”, algo que ha resultado ser erróneo, aunque no se discute que haya que aplicar cambios en el hábito alimenticio.
En estos casos, lo mejor es siempre buscar orientación en el profesional que atiende a la mujer embarazada, ya que será él quien pueda indicarnos qué conviene comer y qué no. Además, con una sencilla consulta podremos saber si realmente es necesario y/o saludable consumir suplementos o complementos, los cuales si bien son recomendados por algunos, pueden llegar hasta a ser perjudiciales.
Alimentación durante el embarazo
Lo primero que se busca a la hora de determinar un régimen alimenticio para una mujer embarazada es lograr un equilibrio de nutrientes, por lo cual algunas tendencias pueden llegar a complicar el asunto (nos referimos a tendencias como el vegetarianismo o adicciones como el tabaco o el alcohol). Siempre se debe procurar consumir alimentos variados y ricos en nutrientes pero bajos en grasas y, dentro de lo posible, con un aporte calórico no muy alto.
El orden en que los grupos alimentarios que se recomiendan para embarazadas sitúa a los cereales integrales en el primer lugar, recomendando unas 6 raciones diarias. Luego de los cereales, encontramos a los productos lácteos, las frutas y las verduras, con 4 raciones diarias de cada uno. En menor cantidad, es recomendado el consumo de carnes (2 raciones al día) y tan sólo una ración diaria de grasas es recomendada como máximo. Estas recomendaciones sirven para dar una previa orientación sobre cuales son los tipos de alimentos que debemos priorizar, dándole preferencia a los ricos en nutrientes, como habíamos dicho anteriormente. Además, es importante mencionar que el consumo de agua (unos 3 litros al día) es un pilar fundamental para que el proceso de embarazo sea bueno.