Revista Cocina
Una entrada para decir adiós, o mejor hasta pronto, al local de unos grandes amigos que en estos días ha cerrado. Hablamos de La Almazara y el Majuelo.
No me encuentro con muchas ganas de escribir, pues ha sido un local en el que hemos disfrutado y mucho, grandes catas, grandes charlas, geniales momentos. Descubrimiento de vinos, quesos, aceites, comidas. No Puedo nombraros uno en especial.
De todo corazón espero que tanto Venancio, como Alberto, Marta, y todos los que han hecho que tomar un vino sea algo especial, consigan lo que más deseen.
Nada más, sólo dejaros el artículo que hizo José Domingo para la desaparecida Gastrocantabria en Agosto del 2006, grandes recuerdos.
Nos seguiremos viendo:
LA ALMAZARA Y EL MAJUELO AGOSTO DEL 2006 El tiempo. Qué importancia tiene ¿verdad?. Para bien o para mal, porque pasa deprisa o es muy lento, porque no nos llega, porque nos sobra. Nunca estamos de acuerdo, pero lo que es impepinable y no se puede cambiar, es que el día tiene 24 horas. Muchos buscan la experiencia, porque dicen es el saber, otros la novedad porque dicen que se tienen más ganas, yo busco las dos cosas, experiencia y juventud, saber y ganas, y por suerte un día estamos hablando de donde ir a cenar. Y una de las compañeras nos dice que han abierto un nuevo local en Villanueva de Villaescusa. Pues que mejor ocasión para contarles la aventura de la juventud a todos ustedes. Se trata de la Almazara y el Majuelo. Almazara es una palabra que proviene del árabe y quiere decir “lugar donde se exprime”, y de este proceso en tierras extremeñas se obtiene aceite de oliva. Y Majuelo en la zona de castilla le llaman al viñedo pequeño. Juntando los dos nombres nos encontramos con una taberna tienda donde comer y comprar productos de la tierra muy naturales, con grandes vinos muy bien escogidos.
Entramos y a la derecha tienen una pequeña barra, y a la izquierda al fondo la tienda, puesta con mucho gusto, pasen y encontraran algún producto de su interés seguro. Es un local que junta lo artesano con lo moderno, con unas seis mesas de diferentes tamaños, de madera, combinando sillas y bancos también de madera. Nos acercamos a la barra y pedimos unas cañas mientras pensamos que pedir. A propósito, la caña es Foster, esa cerveza suave australiana, que en muy pocos sitios tienen y que está muy apetecible y me hace pensar que alguien cuida los puntos de calidad en este establecimiento.
La carta no es ningún misterio, es una hoja donde elegir lo que te apetezca, y una pizarra al lado de la barra donde te apuntan las cosas fuera de la carta, un detalle como en las tiendas antiguas de los pueblos. No busquen el típico sitio de picoteo con los pudines, fritos y demás, este es especial, cogen productos de la tierra de gran calidad y los colocan en el plato para nuestro disfrute, se basan sobre todo en ensaladas, embutidos, platos fríos y de vez en cuando algún guiso elaborado por nuestro querido Venancio (el de la Castañalera). Hablamos con Aberto y Marta y decidimos que sean ellos quien elijan el menú y la bebida. Dos personas encantadoras que se les ve las ganas de agradar, y sobre todo muy naturales.
Nos sentamos, somos 3 y nos traen los platos, cubiertos y pan, y nos los distribuimos nosotros mismos, como si fuéramos al pueblo, pero yo no puedo quedarme sin hacer un pequeño apunte, sigo luchando por el plato del pan, y a la mesa no creo que le venga bien un mantel, pero si quizá un camino de mesa, que hoy en día les hay hasta de papel, detalle este, siempre desde nuestro punto de vista y pudiendo estar equivocados, pero que le daría un toque de distinción.
Para beber nos eligen dos vinos de la denominación de origen Montsant, Etim garnacha viñas viejas y el otro del mismo nombre pero 100% syrah, le aconsejo que les pidan juntos y comprueben los diferentes aromas y sabores de estos grandes vinos, de una denominación no muy conocida pero sí con una calidad superior.
Comenzamos con fuente de lomo, con tres tipos, en pimentón, blanco, y el mejor el que viene envuelto, con pimienta dentro y fuera cubierto por manteca, un auténtico placer.
Después ensalada con tomate pasiego y queso jarradilla, acompañado de aceite de oliva virgen superior, de ese que muchos dicen del verde, sabrosísimo, con ese queso fresco de nuestra región, un poquito de albahaca y unos tomates grandes hermosos y carnosos de los de aquí, y es que hay que aprovechar que ahora es tiempo de ellos.
Después nos sirvieron minitorta de queso fuentedecantos, una zona del sur de Badajoz, sale calentita, con unos colines para acompañarla, y unas melvas dignas de mención, de las de verdad, exquisito y sabroso.
Seguimos con paté a la naranja, la verdad ni bien ni mal, este no nos sorprendió, le puedes encontrar en muchos sitios, y yo le saco demasiado sabor a la parte de cerdo, sin misterio.
Nos colocan en el centro de la mesa lo que más nos gustó, he de decirles que he vuelto en alguna otra ocasión, y estaba siempre en un punto perfecto, inmejorable, un plato de nivel, era bacalao marinado, todo en perfecta sintonía, nada salado, no picaba a limón ni a las especies que le acompañan, de verdad pídanlo porque es un placer.
Cuando creíamos que habíamos terminado nos traen una fuente con un guiso de vaca monchina, de la de nuestros prados, autóctona de Cantabria, ni que decir tiene que es un guiso de los de siempre y es que como dije antes para esos platos Venancio es un crack de los fogones.
Nos sirven de postre unas brevas, también tarta de naranja, y un pequeño batido de frutas, sabrosos, ricos, el batido excepcional, recién hecho y las brevas de foto, ni que las hubiéramos cogido del árbol de la vecina, y la tarta de naranja al mismo nivel.
Los vinos de bodegas agrícola Falset-Marça estuvieron a la altura esperada del montsant. El 100% syrah posee un color picota muy cerrado, con ribete violáceo, con fruta oscura madura y balsámico en nariz. En boca es fresco estructurado, rotundo, conviene decantarlo, un vino de gran categoría, al igual que su hermano el garnacha cepas viejas, con un picota pero no tan cerrado como el anterior. En nariz es fruta pasificada y en boca es redondo, cálido bien estructurado. Lo dicho dos grandes vinos, y encima para el postre nos pusieron el dulce de también de esta bodega, con lo que terminamos estupendamente.
La factura para los tres, con te del puerto del de verdad, y un café muy bueno, en su punto de crema, sabor y textura perfecto, pocos tan ricos he tomado como este, ascendió a 89,60 €, una relación calidad precio excepcional. Lo dicho vayan y disfruten, pero pensando en un picoteo muy natural, con los productos de nuestra tierra, y de la de Extremadura, un lugar para volver con los amigos y pasarlo bien, y siempre poniéndose en las manos de dos jóvenes con muchas ganas, pero también con experiencia.
Fdo. José Domingo
Capacidad del restaurante: 35 pax
Nº de mesas:7
Comedores privados: no
Precio medio carta: 18 €
Precio menú día: no
No cierran ningún día ni por vacaciones
Dirección: Barrio Mereció Nº 3- Villanueva de Villaescusa
Tlf: 629-42-53-55
Qué grande José Domingo y qué grande esta familia. Un enorme abrazo para ellos.