Para aumentar el sabor de las almendras se suelen tostar, pero debemos tener en cuenta que con este procedimiento pierden una elevada proporción de sus vitaminas y minerales.
La composición principal de la almendra es la grasa. Contiene el doble de grasa que de proteinas o de carbohidratos, a pesar de esto, es un alimento muy sano porque se trata de grasas monoinsaturadas (ácido oleico), muy importantes para prevenir las enfermedades del corazón y reducir el colesterol malo ((LDL).Si la comparamos con otros frutos secos vemos que la composición en proteinas, grasas, carbohidratos y fibra es muy similar, pero la cantidad de vitamina E es considerablemente superior, siendo ésta de las más elevadas encontrradas en los alimentos; también posee más calcio, riboflavinas, magnesio y niacina que el resto de frutos secos.La vitamina E es un potente antioxidante, protege al organismo contra los radicales libres que dañan los tejidos y órganos del cuerpo y actúa contra el envejecimiento. Consumiendo 50g de almendras al día cubrimos las necesidades diarias de esta vitamina.
Se aconseja sobre todo su consumo en niños debido a su alto contenido en calcio -es una de las fuentes no animales más ricas en calcio- y en personas aquejadas de osteoporosis. Asímismo, está muy indicada en personas con problemas cardiovasculares.Un puñado de almendras puede ser un sustituto de la aspirina ya que tienen sales formadas por ácido salicilico, principio activo de la aspirina, aunque hay que matizar que su efecto es mucho más lento.
En resumen podemos decir que la almendra es un fruto seco muy sabroso ideal para preparaciones culinarias y un fruto muy sano que debemos incorporar a nuestra dieta.
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