"Por aquella época estaba convencida de que no había nada peor en la vida que el internado; pero desde el preciso instante que crucé el enorme e intimidatorio portalón negro de la bisabuela Webster, con aquel horroroso porche cubierto con un techo de vidriera y lleno de macetas [...], empecé a reconsiderar mi opinión."
Sentía mucha curiosidad por La anciana señora Webster de la aristocrática escritora británica Caroline Blackwood. Calificada como un clásico modernos con tintes góticos y dada su breve extensión, creí que quizás hallaría a otra autora a la que descubrir y de cuya obra poder empaparme. Sin embargo, la lectura de este librito no ha sido exactamente lo esperado.
La anciana señora Webster es una novela con tintes autobiográficos, donde la autora disecciona para el lector a cuatro generaciones de mujeres de una misma familia, la suya propia. La protagonista aquejada de una enfermedad, es enviada a casa de su bisabuela, la señora Webster, quien vive junto al mar. La anciana es una señora muy antipática con una existencia peculiar, encerrada en su casona y temerosa de que el mundo exterior se entrometa en el mundo que ha creado para ella de puertas para adentro. En el interior de la casa reina una atmósfera de decadencia y opresión, donde nuestra protagonista (que es sólo una joven huérfana llegada allí dos años después de la Segunda Guerra Mundial) desea saber más de su padre, fallecido durante el conflicto. A través de los ojos de nuestra narradora (alter ego de la propia Caroline Blackwood) sabremos también de la gris y, en ocasiones tumultuosa existencia, de la señora Dunmanrtin (abuela de la joven) y de la hija de ésta, la tía Lavinia.
Creo que es una novela que no supe interpretar en un principio. La narración en sí me ha gustado mucho, pero la historia no ha terminado de convencerme. No existe una trama como tal, tan sólo el afán de la autora de estudiar a cada mujer de la familia, cada una con sus luces y sombras, con sus complejidades y secretos. El otro gran enigma que la protagonista busca resolver es a su propio padre, un hombre al que no le dio tiempo a conocer en profundidad.
es una novela que bebe de las propias vivencias de su autora. Nos describe un mundo elitista, donde la felicidad de los integrantes de esta familia brilla por su ausencia y apenas se ve compensada por el dinero que tienen. En mi opinión, es una lectura que gana mucho por su narrativa, pero que adolece de poca profundidad emocional. ¡Mil gracias a la La anciana señora Webster de Caroline BlackwoodEditorial Alba por el bello ejemplar!
Título: La anciana señora Webster
Cuatro mujeres, cuatro generaciones. La bisabuela Webster, guardiana de la "corrección" de la familia, recluida en una casa fría y silenciosa cerca del mar, que nunca ve: siempre ha estado orgullosa del "mero hecho de existir sin que nada le gustase". Su hija, la abuela Dunmartin, recluida también, aunque sin orgullo, en una colosal casa solariega en el norte de Irlanda, castigada por la lluvia y un demencial gobierno doméstico: entre sus proezas se cuenta haber intentado matar a uno de sus nietos el día de su bautizo. Su hija, la tía Lavinia, una belleza londinense, vive en el polo opuesto, entre grandes fiestas, perros de lanas, inopinados amantes e intentos de suicidio: hablando de unas galletas, dice: "O son deliciosas o son repugnantes. Como tantas cosas en la vida, es muy difícil saber qué son". Y, por último, en la rama más joven de esta excéntrica genealogía, una joven huérfana de padre, aún en "la fase de escuchar torpemente", que visita y recuerda, y cuenta.