La anomalía Pioneer a punto de resolverse y 6

"¿Está provocada la anomalía Pioneer por las naves espaciales? Si dices eso, estás invocando los sentimientos", comentó Larry Kellogg, el ingeniero que rescató a los datos de telemetría. "Por eso que Viktor y Slava están teniendo mucho cuidado con lo que dicen. Si alguna vez llegamos a un momento donde se diga: "hemos demostrado más allá de toda sombra de duda que la nave se calentó y se estuvo frenando", entonces puedes apostar que los que nunca han dicho nada van a decir algo."

La anomalía inexplicable que existía hacia 1800 sobre la extraña órbita de Urano y que llevo a dudar sobre la universalidad de las leyes de Newton, resultó ser por la perturbación de otro planeta (Neptuno). La explicación de esta anomalía no necesitó teorías exóticas.
Este es el caso de Nieto, que se encuentra entre los que "nunca han dicho nada". "Animo su trabajo", dijo, "pero seré escéptico de los resultados. Y, por supuesto, tampoco serán del todo seguros. Podríamos estar debatiendo sobre ellos para siempre."
Otros físicos son más combativos. "¿Calor? simplemento no es correcto. Se equivocan", comentó Johan Masreliez, investigador independiente en Washington que apoya el modelo cosmológico de expansión del espacio-tiempo, para lo cual es crucial que el valor de la anomalía de las Pioneer equivalga a c veces H. "Pero entonces yo soy parcial," agregó.
En abril, Turyshev y Toth publicaron un artículo de revisión completa de 165 páginas en Arxiv.org se llama, simplemente, "La Anomalía Pioneer" para establecer el escenario para la próxima publicación de su nuevo análisis. El examen comienza con dos pertinentes anécdotas históricas. Una de ellos es la historia de la precesión anómala del perihelio de Mercurio, la semilla que 60 años más tarde floreció en la Teoría de la Relatividad general de Einstein y el final de la física como se conocía. La otra es una historia menos conocida del movimiento celeste anómalo. Hacia el final del siglo XVIII, los astrónomos advirtieron que el planeta Urano tenía no tenía una órbita convencional, sino que se había desviado de la trayectoria que predecía la gravedad newtoniana. "Algunos astrónomos prominentes sugirieron que tal vez las leyes de Newton se no eran válidas a grandes distancias del Sol", escribió Toth y Turyshev. Las especulaciones de este tipo se prolongaron hasta 1846, momento en que se descubrió otro planeta distante justo donde debía perturbar la órbita de Urano y justo en la forma precisa en que debería perturbarlo. Ese planeta es Neptuno, y "la ley de Newton estaba a salvo."
Aunque no se puede esperar que los resultados de Turyshev y Toth sean sólidos como una roca de un nuevo planeta, por lo que se oye, se han convencido que la causa de la anomalía es térmica, y de la santidad de la ley de Newton. "Déjame decirte esto," me dijo Turyshev, mientras le pedía detalles sobre el análisis. "La física como la conocemos, ha funcionado bien."
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