En esta región hay varias ciudades que aparecieron hace unos 6.000 años. Los habitantes de estos asentamientos eran personas hábiles e inteligentes que realizaron varios descubrimientos vitales. Se cree que inventaron la rueda, el arado con hoja de metal y, lo más importante de todo, el arte de la escritura.
Las tierras que rodeaban a los ríos Tigris y Eufrates eran llanuras bajas en donde la tierra era profunda y fértil. Cada año, en primavera, los ríos inundaban sus orillas depositando una rica capa de limo sobre la tierra. Sin embargo, a pesar de ello la región (en la actualidad parte de Iraq) era demasiado seca como para ser un terreno ideal para la agricultura. En verano caía muy poca o ninguna lluvia y la tierra se volvía seca y dura. Sin agua no podían crecer las cosechas. Mesopotamia sólo pudo ser cultivaba con éxito cuando sus habitantes aprendieron a controlar y regular la crecida de las aguas dadoras de vida.
En algún momento en torno a 5000 a.C., la gente de la tierra de Sumer, en el sur de Mesopotamia, aprendieron cómo hacerlo. Construyeron diques, canales y albercas para almacenar agua y llevarla a sus campos. Esto les permitió cultivar dátiles, verduras, cebada y trigo. La cosecha podía ser almacenada y consumida mucho después de haber sido recogida, liberando a la gente del peligro de morir de hambre. De modo que los antiguos sumerios prosperaron, su número aumentó y sus comunidades se hicieron más grandes.
Gracias a la irrigación, Mesopotamia se convirtió en una tierra de abundancia. La gente pescaba en los ríos, cazaba aves salvajes en las marismas y criaba animales, como cerdos, ovejas y cabras. Mientras regaban y araban sus tierras, la producción de sus cosechas aumentó, llegando a generar un excedente. Esto significó que algunos miembros de cada comunidad podían abandonar el trabajo agrícola y dedicarse a otras ocupaciones, convirtiéndose en sacerdotes, administradores, artesanos y mercaderes. Esta especialización es uno de los primeros signos de civilización.
Los comienzos del comercio
La especialización también significó que los artesanos podían producir bienes con los que se podía comerciar. Los alfareros mesopotámicos transformaron la arcilla local en recipientes donde comer y beber. También produjeron pesas para los telares, herramientas y cuentas para adornos. Los mercaderes sumerios comenzaron a viajar mucho, estableciendo lazos comerciales con regiones distantes como Anatolia, Siria y la India. Esos mercaderes podían intercambiar las cosechas y los bienes mesopotámicos por materias primas de las que carecían, como madera, piedra para la construcción y metales.
Según fue aumentando la red de canales, los poblados comenzaron a cooperar en el mantenimiento de la misma. La sociedad se hizo más compleja. Al mismo tiempo, la guerra se hizo más habitual, al ser los poblados asaltados por los asentamientos vecinos o tribus de fuera de la región. Cada vez más y más gente se vio obligada a vivir en grandes asentamientos para protegerse; los asentamientos se comenzaron a fortificar con altos muros. Así fue como, en torno a 4500 a.C., surgieron algunas de las primeras ciudades del mundo. Había nacido una nueva era, urbana, que tomó su nombre de uno de los mayores asentamientos de la región.
La ciudad de Uruk
El asentamiento en cuestión es Uruk, que en torno a 4500 a.C. cobijaba a un millar de ciudadanos. Sobre 3000 a.C. se había convertido ya en una gran ciudad de 100 hectáreas de superficie, que servía de hogar a millares de personas. El asentamiento estaba protegido por 9 km de sólidos muros de ladrillo. Los grandes templos construidos sobre el montículo dominaban la ciudad. Estaban dedicados a Ani, el dios del cielo, e Inanna, la diosa del amor y de la guerra. La principal característica de los templos eran las poderosas columnas decoradas con dibujos a base de clavos -pintados de negro, rojo y blanco- introducidos en el yeso. Los arqueólogos que excavaron en Uruk encontraron tesoros inestimables, incluida una cabeza de mujer esculpida en mármol blanco, que tal vez represente a Inanna, y un alto vaso de alabastro con escenas religiosas.
En época de guerra, los hombres de Uruk y otras ciudades se unían para formar ejércitos. Elegían a jefes, llamados lugals, para dirigirlos en la batalla. Muy probablemente, estos jefes de guerra acabaron transformándose en los primeros reyes sumerios, que no tardaron en gobernar las ciudades. Al mismo tiempo, cada ciudad llegó a dominar la región que la rodeaba, formando un pequeño reino.
En las ciudades, la mayoría de las viviendas estaban construidas de adobes, ladrillos de barro secados al sol. Es posible que el rey y los ciudadanos importantes, como los sacerdotes y los nobles, se alojaran en grandes viviendas; pero lo edificios más impresionantes eran los templos, que eran edificados sobre montículos de tierra que los elevaban mucho sobre el asentamiento y las tierras circundantes. Algunos de ellos eran gigantescos: la terraza del templo de Uruk ocupaba una tercera parte de la ciudad.
Algunos arqueólogos creen que al principio los templos fueron almacenes donde se guardaba la cosecha. Como también contenían los objetos sagrados de la comunidad, terminaron por convertirse en el centro de las ceremonias religiosas y del comercio. Por lo tanto, los sacerdotes no tardaron en hacerse responsables del adecuado gobierno de la ciudad. Cada año, los granjeros traían sus cosechas al templo y les daban una parte a los sacerdotes como ofrenda para los dioses. Los sacerdotes también controlaban el comercio e incluso la red de canales.
Grandes descubrimientos en Mesopotamia
En torno a 4000 a.C. la civilización de Uruk entró en una nueva fase, caracterizada por muchos brillantes descubrimientos. Para entonces los metalúrgicos sumerios habían aprendido a extraer el cobre de su mena, calentándola a altas temperaturas.
Metalurgia
Sobre 3500 a.C. ya estaban fabricando bronce, un metal más resistente, que era una aleación de cobre y estaño. Los artesanos hacían herramientas, adornos y armas vertiendo cobre, bronce y oro en moldes. Por esa misma época, los granjeros mejoraron el arado, que hasta entonces había sido arrastrado por personas, uniéndolo a tiros de bueyes. Las hojas de metal hicieron que los arados fueran más eficientes todavía, permitiendo a los granjeros cultivar más tierras.
La rueda
Alrededor de 3500 a.C., los artesanos de Uruk inventaron el torno de alfarero, una mesa de madera a la que se podía dar vueltas y facilitaba la pesada tarea de darle forma a la arcilla. Unos 300 años después de ese descubrimiento, la rueda se utilizaba ya en carros de madera tirados por bueyes, el primer medio de transporte rodado. Las ruedas estaban hechas de secciones sólidas de madera, de modo que los primeros carros debieron ser pesados y torpes. Pero, aun así, un carro arrastrado por una mula o un burro transportaba tres veces más grano del que un granjero podía cargar a lomos de esos mismos animales.
Esculturas de la antigua MesopotamiaEscritura
En una fecha cercana a 3300 a.C., los mesopotámicos inventaron la escritura. Los primeros textos escritos fueron registros comerciales y listas de los productos agropecuarios entregados a los templos. Para crear estos registros, los escribas hacían marcas en tabillas de arcilla blanda con una herramienta puntiaguda llamada estilo y luego ponían las tabillas a secar al sol.
Este sencillo sistema de registro se fue convirtiendo poco a poco en una forma de escritura más sofisticada, lo que significó que las personas podían enviar mensajes e instrucciones a grandes distancias y transmitir información de una generación a la siguiente.
Se necesitaron aproximadamente otros 500 años para pasar de esta escritura con signos a un sistema más complejo. Las formas más antiguas era simples signos (pictogramas), que representaban imágenes de objetos reales. Así, por ejemplo, un toro se representaba mediante el dibujo de su cabeza. Pero poco a poco el signo del toro pasó a significar la idea de fuerza, ademas del propio animal. Finalmente, acabó apareciendo un sistema de signos en forma de cuña, llamado escritura cuneiforme. Los nuevos signos eran fonéticos, es decir, que representaban los sonidos del lenguaje, ya fueran palabras enteras o sílabas. Se trató de un paso muy importante hacia el sistema de escritura que utilizamos actualmente.
Cilindro-sellos
Los cilindro-sellos aparecieron en lo antigua Uruk aproximadamente al mismo tiempo que la escritura.
Eran Pequeños cilindros de piedra o marfil en los que se grababan imágenes que dejaban una impresión cuando se hacían rodar sobre arcilla fresca. Se utilizaban para sellar documentos oficiales, así como jarras, baúles y puertas, para indicar quién era el dueño de la propiedad sellada. En ellos se grabo una gran variedad de escenas, prueba de la gran habilidad de los artesanos que los crearon. Las imágenes incluían escenas de la vida diaria, así como de la vida de los dioses y los héroes de mitos y leyendas. Como la escritura y otros inventos, los cilindro-sellos no tardaron en ser ampliamente utilizados fuera de Mesopotamia.
Zigurats
En Mesopotamia se construyeron muchos zigurats. Estas grandes estructuras de forma piramidal eran utilizadas como plataformas sobre las que se alzaban los templos. Como el de Ur, construido por el rey babilónico Ur-Nammuf eran de adobes que luego se recubrían con ladrillos cocidos para protegerlos de la climatología. El zigurat más famoso era el dedicado al dios Marduk en Babilonia. Tenía ocho pisos y muchas escaleras que conducían a la cima. Se creía que el templo que estaba emplazado en lo más alto contenía un lecho en el que dormía el propio Marduk. Por la noche el templo quedaba abandonado, excepto por los sacerdotes, que se quedaban en el edificio para hacerle compañía al dios.
Construcción de la antigua Mesopotamia