Vamos a hablar un poco de la historia de la creadora de una de las firmas más conocidas del mundo de la cosmética, Elizabeth Arden.
La creó una mujer que nació en 1884 en un pueblo cerca de Toronto, era la cuarta hija de un farmacéutico y estudió enfermería, ese fue su primer trabajo.
Se mudó a Nueva York y en el año 1910 abrió su primer salón de belleza con un préstamo que pidió de 6000 dólares, estaba en la 5ª Avenida.
Tenía tres cabinas de tratamiento y un laboratorio y en el trabajaban ella y otras tres ayudantes.
¿De dónde viene el nombre de Elizabeth Arden?
Ella no se llamaba así, la idea del nombre surgio leyendo, uno de los libros se llamaba Elizabeth and her German Garden y el otro Enoch Arden, la mezcla de ambos dió como resultado Elizabeth Arden.
Su lema era que cualquier persona que se cuidara desde joven, envejecía con mayor atractivo que cualquier otra, en esto basó su trabajo.
Era una mujer con ideas claras y con nuevas y revolucionarias ideas, en aquella época se pensaba que la misma crema servía para todo y para todos, ella no estaba de acuerdo.
Por eso creó un nuevo tratamiento que ha sido la base del tratamiento moderno, cuatro pasos, limpiar, tonificar, hidratar y nutrir con diferentes fórmulas para distintos tipos de piel.
Las limpiadoras y los tónicos tuvieron tal éxito que con ellos consiguió devolver el préstamo en menos de seis meses.
A partir de los años 20 comenzó la expansión de la firma que llego a Europa, Canada, América del Sur, Australia y las Antillas.
En 1939 tuvo otra de esas ideas revolucionarias, anunciar sus productos en las salas de cine de la época, algo que nadie había hecho hasta entonces.
Luego fueron apareciendo sus productos emblemáticos, ya sabéis, la conocida Eight Hours y tantos otros.
Durante su vida creó un imperio cosmético con más de cuarenta salones por todo el mundo.
Murió en 1966.
Apasionante la historia, ¿no os parece?
Cómo de la nada y con grandes ideas y amor por tu trabajo se pueden crear grandes imperios y una firma que es conocida mundialmente.