Desde poco antes de las Cruzadas, Arabia concretamente hablando de la península, pasó a segundo término en la Historia, prácticamente hizo un silencio en ella y no ocurrió gran cosa en esa península, pues donde brillaba la cultura islámica era fuera de ella, en Bagdad, El Cairo, Beirut, hasta la lejana España en Córboba. Y entonces ocurrió que en el siglo XVIII comezaron a surgir ideas para sacudirse del yugo otomano, obviamente sin tener que ver con la Ilustración; y apareció en Arabia, Mohamed Ibn Wahab, quien predicaba regresar al Islam a su pureza y rigor proféticos, y no con la vida fácil con que se habían acostumbrado sus contemporáneos. Este rigor no le agradó al príncipe local, quien lo expulsó, buscando refugio con el jefe de una tribu amigo y lo convenció de sus ideas.
Los wahabitas formaron un ejército y se apoderaron del centro y este de la península. Su hijo Mohamed Ibn Saud y su nieto Abdul-Aziz continuaron la lucha contra los turcos y se apoderaron de las ciudades santas, hasta que en 1818 los ejércitos imperiales turcos aplastaron la rebelión, pero no desaparecieron. Pero los wahabitas no se dieron por vencidos y durante la Primera Guerra Mundial apoyaron a los británicos contra los turcos, y en 1926 Abdul-Aziz Ibn Saud, el caudillo wahabita en ese momento, se proclamó rey de Arabia Saudí, con quien empieza la Casa de Saud, la reinante de ese país que no se extiende a toda la península.
En medio del Golfo Pérsico, están las pequeñas islas de Baréin y Catar (antes escrito con "q"), las cuales pasaron primero a ser parte de los Imperios persa y otomano primero, a protectorado británico a principios del siglo XX. Omán y los Emiratos Árabes Unidos casi no conocieron la dominación otomana, pues esta solo se limitó a las costas occidental y nororiental de la península arábiga, pero sí la británica. Hasta los años 1970, Reino Unido dió la independencia de estos pequeños pero significativos países árabes, que desde entonces producen casi la mitad del petróleo del mundo. En 1973 se suscitó la Guerra del Yom Kipur, entre casi todo el Mundo Islámico e Israel, y los países árabes bloquearon sus exportaciones petroleras al mundo porque Occidente apoyaba a Israel, por lo que el precio del petróleo su cuatriplicó y estos mismos países recibieron mucho dinero por él, por lo que lo inviertieron productivamente en bancos occidentales, ese dinero se le llamó petrodólares. Curiósamente ese dinero enriqueció sobremanera a los países árabes quienes modernizaron sus infraestructuras y prosperaron económicamente. Estos países se constituyeron como monarquías islámicas, es decir que son emiratos (Baréin) o sultanatos (Omán); los Emiratos Árabes Unidos son una especia de monarquía confederada, quiero entender que más o menos como el Reino Unido.
Pero no todos los países arábigos son monarquías: La hoy República de Yemen se mantuvo un tanto ajeno a los asuntos del resto de la península, pero mantuvo un vaivén entre los califas de Egipto y los sultanes turcos, hasta formar parte del Imperio británico, tras la Gran Guerra alcanzó su independencia como monarquía. Hasta que en 1962 el rey es derrocado y se constituye como república. La naciente república, resintió la Guerra Fría y se dividió en Yemen del Norte y Yemen del Sur (comunista) hasta la reunificación en 1990 en que se constituye como una sola república.
La situación en que se encuentran estos agitados países árabes es contrastante, entre la modernidad y la tradición, entre el liberalismo y el conservadurismo. Son naciones ricas por ser los mayores productores de petróleo y tienden, en ciertos aspectos a ser como los países occidentales quienes los ven atractivos por su turismo, y con ello llegan "occidentales infieles y corruptos", cuya forma de pensamiento y vida contrasta con las enseñanzas del Islam. Por ejemplo, la libertad religiosa es algo limitado, a excepción de Arabia Saudí hay católicos y judíos en los demás países peninsulares; otro sería el del turismo, cuyo tema ya se mencionó, problema que estará por verse la próxima década, cuando la Copa del Mundo se dispute en Catar, pero que hoy .