En los próximos dos años, la industria militar rusa desarrollará para la Fuerza Naval robots submarinos no tripulados (gliders, en inglés) que contarán con una autonomía de hasta 90 días y serán capaces de realizar misiones de inteligencia.Se emplearán, principalmente, para lugares remotos y difíciles de alcanzar, como las aguas árticas.
De acuerdo con el diario 'Izvestia', el Ministerio de Defensa de Rusia espera obtener las primeras muestras de este tipo de dispositivos en 2017.Estos robots submarinos imperceptibles pueden ser análogos a los drones clásicos del aire para enviar información operativa a todas las estructuras de la Flota.
Los planeadores submarinos se mueven sin la ayuda de una hélice. En el interior del dispositivo, que se asemeja en apariencia a un torpedo, hay una cámara hermética dividida en dos partes. En una de ellas hay aire, la otra está ocupada por el líquido que comprime el aire. Al reducir el volumen de aire, el planeador comienza a bucear, para alcanzar la superficie bombea el líquido de nuevo.
La velocidad del aparato es de 2 km/h y el consumo de energía es moderado. Esto permite al planeador trabajar de una manera autónoma durante varios meses a profundidades de hasta 300 metros. Incorporan también un dispositivo de navegación por satélite del sistema ruso GLONASS y admitirá a bordo hasta siete kilogramos de equipos para la recopilación de información.
"Estos dispositivos se pueden utilizar para monitorear el medio ambiente: encontrar barcos que pasan, submarinos. La información resultante se analizará en tierra. La investigación del océano también es una prioridad para la Flota,y también alcanzará todo lo que tiene que ver con la salinidad del agua, su temperatura, corrientes, sonidos a distintas profundidades.
El control remoto se puede realizar desde una distancia de hasta 15 kilómetros. En el futuro, los planeadores podrán reemplazar a las boyas de superficie, que se utilizan para recopilar información sobre el estado de la mar.
En Rusia estos dispositivos se producen en Moscú y Samara, donde los experimentos se realizan en el río Volga. Para financiar el proyecto se asignarán 161,7 millones de rublos (unos 4,8 millones de dólares), indica Izvestia, al agregar que el precio de cada ‘glider’ rondará los 100.000 dólares.F.J. de C.Madrid, 26 de junio de 2.014 Nota: con información de fuentes periodísticas rusas.