Escrito por el Arqueologo Lourdes Lopez Martinez
La semana pasada he estado leyendo el libro editado por Jaime Almansa Sánchez, Charlas de Café: “El futuro de la arqueología en España” , publicado por Jas Arqueología en el 2011.
El planteamiento de esta publicación es muy interesante, ya que reúne 45 reflexiones breves sobre el pasado, presente y futuro de nuestro sector, realizadas por profesionales de todos los ámbitos, desde trabajadores y empresarios o autónomos de la arqueología “de gestión”, hasta profesores de universidad, pasando por investigadores, profesionales de museos y del mundo de la difusión, e incluso técnicos de la administración, aportando cada uno su visión desde su experiencia personal y la realidad que les rodea.
EL FUTURO DE LA ARQUEOLOGÍA EN ESPAÑA
La verdad es que es un libro muy recomendable tanto para arqueólogos que se estén iniciando en este mundo de la arqueología, que puede parecer bastante complicado y difícil de entender cuando uno está empezando, quiere introducirse en el mundo laboral y no sabe por donde tirar o hacia donde apuntar sur esfuerzos y, por otro lado, también me parece muy interesante para profesionales que, como yo, lleva años en esto, ya que es, efectivamente, como una “charla de café” con colegas y compañeros, y su lectura te llama a la reflexión, y a pensar en la propia visión de la “arqueología de gestión”, a la que pertenezco, desde la realidad en la que me encuentro y desde mi propia experiencia.
MI REFLEXIÓN: TRES PUNTOS BÁSICOS
En referencia a esto me surgen, y llevo dándole vueltas ya mucho tiempo a todas, tres líneas principales de reflexión y crítica:
-La primera se refiere a las importantes carencias formativas que considero tuve yo cuando estudié la carrera y que sigo observando parecen existir en los arqueólogos mas jóvenes que se van incorporando al mundo laboral.
-La segunda es sobre el autoconcepto de los arqueólogos como sector profesional, ya que creo que buena parte de nuestros problemas radican en una falta de respeto y de autoestima hacia nosotros mismos.
-Y, la última, sobre el propio sistema de la arqueología de gestión implantado actualmente, sobre todo en lo que se refiere a obra civil y grandes obras en general, basado en el mercado libre y en la subcontratación del servicio de arqueología por parte de las constructoras que ejecutan las obras.
Como el artículo promete ser largo y “con fundamento” he decidido no apabullaros demasiado de una y dividirlo en dos entregas, por lo que en esta primera me extenderé en el primer punto dejando los otros dos puntos para el siguiente post.
LAS CARENCIAS FORMATIVAS DEL ARQUEÓLOGO
Voy con el primer punto, las carencias en LA FORMACIÓN DE LOS ARQUEÓLOGOS, que creo que tiene mucho que ver con la brecha y escasa capilaridad existente entre la arqueología académica y la arqueología de gestión. Esto, desde mi punto de vista, provoca unos planes de estudios que siguen estando muy enfocados hacia el propio mundo académico (que es el que, al fin y al cabo, el único que conocen los profesores que imparten esta especialidad), pareciendo que esta formación se ha actualizado algo en los últimos años, pero sobre todo en el ámbito de la difusión.
PREJUICIOS HACIA LA ARQUEOLOGIA DE GESTIÓN
Sin embargo los estudiantes parecen seguir teniendo la idea adquirida (y esto entronca de lleno con el segundo punto de reflexión) de que la “arqueología de gestión” es el “infierno” donde nadie quiere estar, donde van los que no llegan a otra cosa o no tienen mas remedio, y lo ven como un sector poco profesional y “cutre” en relación con la arqueología de los grandes popes de la universidad (me pregunto quién les habrá transmitido esta idea…y esto me recuerda a la triste historia de los padres que transmiten sus frustraciones freudianas a sus hijos).
No creo que ofrecer esta imagen deformada y esperpéntica de esta potente rama del sector profesional de la arqueología, y una de las que ofrece mas salidas laborables viables en estos tiempos, sea saludable para la arqueología y para los arqueólogos que se están formando en las universidades, y que en pocos años deberán pasar al mercado laboral preparados para integrarse de la mejor manera posible en el engranaje.
Prejuicios a parte, creo que la universidad, como dice Sonia Gutiérrez en su reflexión, sigue “ensimismada”, y nos forma estupendamente bien en hititas, castros, análisis espacial, teorías marxistas, lo cual está tremendamente bien, pero no completa esta formación con otros temas mas mundanos pero también muy necesarios para nuestra capacitación profesional.
INCOMPRENSIÓN DEL MUNDO LABORAL
Por ello, al acabar la carrera, nos vemos de repente luchando con aspas de molino en un mundo que no entendemos, en el que no sabemos desenvolvernos y para el que no estamos preparados, y, para colmo, nos encontramos en un mundo atomizado, hipercompetitivo, en el que hay que saber de todo para abrirse paso como profesionales liberales y también para defender nuestras posturas delante de profesionales que sí parecen salir de sus carreras con los pies muy en la tierra, como son, por ejemplo, los ingenieros y los arquitectos. Esto nos provoca frustración, nos sentimos incomprendidos, enfadados. Es el síndrome del derrotismo o del arqueólogo quemado.
¿Y cómo podemos evitar esta situación? No creo que lamentarnos de nuestra suerte sea la solución. Hay que luchar y, para ello, hay que contar con unas buenas armas que solo creo que puedan encontrarse en una formación sólida.
FORMACIÓN EN ECONOMÍA, LEYES Y MARKETING
A mi, personalmente me parece que es fundamental que se reforzaran en los ciclos formativos los siguientes aspectos:
-El ámbito legal. Para ejercer como buen profesional gestor del patrimonio arqueológico hay que conocer el marco legal en el que nos movemos al dedillo. Y no sólo las Leyes de Patrimonio, también tenemos que aprender a firmar escrituras de constitución de sociedades, contratos como proveedores, establecer clausulas en nuestros presupuestos que nos protejan ante abusos, y saber cuales son nuestros derechos como profesionales liberales .
-El ámbito económico. Tenemos que aprender a llevar cuentas de forma profesional, control de presupuestario de obra, tesorería. Esto puede ser hosco y aburrido, pero es fundamental para gestionar una excavación y no llevarse el “batacazo” o que, como he oído en muchos casos “no se paguen las memorias” (esto es solo culpa nuestra y de una mala gestión económica fruto las mas de las veces de un analfabetismo en cuanto a conceptos como pérdidas, ganancias o tesorería). Creo que una buena preparación en este sentido nos puede evitar muchos disgustos y muchas ruinas que no solo nos desfavorecen a nosotros sino también al propio Patrimonio Arqueológico.
-Conceptos de Marketing. En el mundo laboral y profesional al fin y al cabo todo es marketing, hay que saber vender el Patrimonio para valorizarlo y defenderlo, hay que vendernos a nosotros mismos como profesionales capacitados o expertos con los que hay que contar para que nos contraten o cuenten con nosotros otros colegas o empresas de arqueología, hay que vender nuestros proyectos, nuestras ideas, nuestras empresas, la arqueología como sector profesional digno, vender, vender, vender, esto es fundamental y parece algo que nos cuesta entender cuando salimos de la “pura” universidad y que casi nos da alergia.
GARANTIZAR LA CAPACITACIÓN TÉCNICA
Así mismo también es un dicho, pero no un hecho, que hay que dominar algunos básicos y exigir unos mínimos (por favor, y a la experiencia me remito, hay que machacar el dominio de los Harris, el concepto de Unidad Estratigráfica, las dinámicas de excavación, las relaciones físicas y estratigráficas, las secciones acumulativas, la representación gráfica y planimétrica del elemento arqueológico, …). No hay que verlo por encima, hay que hacerlo una y otra vez durante el periodo formativo para salir al mercado laboral dominando estos conceptos porque es la única garantía de un trabajo técnico y profesional.
Espero que compartir con vosotros mis humildes reflexiones os sirva también para reflexionar sobre la realidad de la arqueología en España, sus problemas y las perspectivas de futuro que se nos abren, que yo creo que pueden ser muy buenas e ilusionantes siempre que como sector estemos convencidos de que así debe de ser y trabajemos por ello.
Espero vuestros comentarios, vuestras críticas, que se origine debate y polémica (sin llegar a las manos, claro) ya que esta es una buena forma de pensar entre todos hacia donde nos dirigimos, hacia donde queremos ir y, con ello, de avanzar hacia el futuro.
Saludos arqueológicos ;)!!
Y recordad que la siguiente entrega de este artículo la publicaré e dos semanitas, sobre el 24 de Febrero y viene calentita, calentita!!
Alfar del Grupo Radical Revolucionario anti-carreteras (GRRAC) reflexiona sobre el Futuro de la Arqueología