Después de ver cómo un rascacielos pueden ser verde, nos vamos a ocupar de planteamientos donde dominan vegetación y naturaleza.
En esta ocasión hemos elegido al artista danés Olafur Eliasson. Su obra explora la relación entre naturaleza y tecnología, donde en ocasiones elementos como la temperatura, el olor o el aire se convierten en parte de la escultura cuando se representan en un contexto artístico.
En 2007 codiseñó el Pabellón Serpentine de los Jardines de Kensington en Londres junto al arquitecto noruego Kjetil Thorsen. Más recientemente, Eliasson diseñó la fachada de Harpa, una nueva sala de conciertos en Reikiavik, junto al arquitecto Henning Larsen.
Pero las obras que queremos destacar de Eliasson son:
Dufttunnel (Wolfsburgo, Alemania)
Este túnel perfumado, así es como se traduce, es un trabajo desarrollado en la sede de Volkswagen y consta de 2,160 plantas en macetas cerámicas, dispuestas en tres secciones tubulares de acero inoxidable que giran a distintas velocidades.
Los visitantes recorren el túnel sobre una rejilla de acero mientras las plantas giran lentamente a su alrededor. Aunque tiene forma de túnel, en realidad se trata de un puente con elementos rotatorios. Según la estación, aparece uno de estos 6 tipos de planta: alhelíes amarillos, pensamientos, heliotropos, calamintas, lavanda o salvia.
Si la idea de unas hileras de plantas de macetas resulta familia, el hecho de que rodeen a los visitantes y se muevan a su alrededor resulta sorprendente.
Esta obra implica cierto sentido del humor y nos habla de la movilidad y las formas arquitectónicas. Pone a prueba los sentidos y aborda claramente la presencia de la naturaleza en el arte y la arquitectura.
La planta en la maceta se convierte en parte de un trabajo innovador
Es difícil de clasificar esta obra como arquitectura en su sentido estricto, aunque su concepto si que entra dentro de lo verde ó ecológico.
Arco de las Flores (Sinaloa, México)
El Jardín Botánico de Culiacán se fundó en 1986. El conservador mexicano Patrick Chapernel fue el elegido para realizar un proyecto junto con otros 35 artistas, entre los que se encontraba Olafur Eliasson. La instalación de Eliasson, creada con acero inoxidable y plantas, consiste en una arcada de cinco segmentos sobre un hueco central de 2 metros.
Las celosías constan de más 50 tablillas superpuestas. Desde determinados ángulos la forma parece asimétrica, aunque los cinco arcos son idénticos. Es posible experimentar la simetría de la estructura caminando bajo ella o pasando entre los arcos.
La estructura se cubre de plantas hasta el punto de desaparecer en una telaraña de ramas vivas
En este caso, una forma arquitectónica queda asimilada en las plantas que la cubren, haciendo complicada la distinción entre la forma construida y la Naturaleza.
Tanto el Dufttunnel como el Arco de las Flores presentan el problema de dónde comienza la Naturaleza y en qué punto el arte o la arquitectura dan un paso adelante. Al unir plantas y formas en una escala lo bastante grande como para que los visitantes puedan entrar o pasar bajo ellas, Eliasson demuestra el poder transformador del arte, además de su capacidad para poner en cuestión nuestros planteamientos más elementales.
¿Conoces sitios con un planteamiento similar?
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure