La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a un año de cárcel al responsable de una empresa de la localidad de Mairena del Aljarafe (Sevilla) por vejar y acosar a una empleada con insultos y frases de contenido sexual como que "tenía un culo muy bonito" o que "se le notaba el tanga".
En la sentencia, la Sección Séptima de la Audiencia Provincial, considera probado que el condenado fue administrador único de la empresa hasta el año 2002, desempeñando funciones de dirección en la misma desde esa fecha.
De su lado, la víctima prestó servicios "de forma discontinua" en dicha empresa desde el 1 de junio de 1999 hasta el 17 de marzo de 2002, mientras que desde el 1 de octubre de ese año ejerció labores de auxiliar administrativo, dependiendo orgánicamente de su hermana.HechosDurante su relación laboral, el imputado "le encomendaba funciones impropias de su categoría, tales como llevarle el agua, limpiarle la mesa, ir a su coche a por el móvil o correrle las cortinas", al tiempo que "la despreciaba diciéndole que no valía para nada, que nunca iba a aprender", mientras que "también era frecuente que le diera gritos, golpes en la mesa o portazos".Además, le dirigía expresiones "con evidente contenido sexual", e incluso "le decía que se sentara en sus rodillas o le enseñaba un calendario con diferentes posturas sexuales", lo que motivó que la víctima se diera de baja médica en 2005, pues presentaba "miedos, ansiedad, taquicardias, insomnio, llanto y trastorno alimentario".Trastornos de la acosadaEl equipo de salud mental le diagnosticó un trastorno adaptativo ansioso-depresivo relacionado, a su juicio, con su situación laboral conflictiva. Por medio de una sentencia dictada en 2006 por el Juzgado de lo Social, la afectada vio resuelta su relación laboral por motivo de acoso laboral, siendo además indemnizada en la cantidad de 15.000 euros por los daños morales sufridos.Por estos hechos, además, la Audiencia condena al acusado a un año de cárcel por un delito contra la integridad moral o acoso sexual, ya que considera que "existió gravedad y continuidad en la conducta degradante mantenida por el acusado con la perjudicada, manifestada en las expresiones de explícito contenido sexual que le trasladaba, en su constante actitud hostil hacia ella, en la encomienda de funciones impropias de su categoría laboral, y en el menosprecio de su trabajo incluso frente a otros compañeros".Esta situación, según la Audiencia Provincial, "desencadenó en la víctima un trastorno adaptativo-depresivo debidamente diagnosticadoMas artículos relacionados pulsar en Etiquetas
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