Hace unos 4000 millones de años el sistema solar sufrió frecuentes impactos muy violentos, a este periodo se le conoce como bombardeo intenso tardío. Uno de estos impactos provocó la cuenca de Sinus Iridum, que más tarde se rellenaría de lava, tras el impacto de Imbrium, sepultando su pared sureste. Hoy día podemos ver una espectacular bahía de 250 km de diámetro, aproximadamente la distancia que hay entre Córdoba y Toledo en línea recta.
En la parte izquierda, no muy lejos del terminador, podemos ver a los montes Gruithuisen. Son domos lunares de gran tamaño, con una base de unos 20 km y un altura de unos 1000 metros. Tienen un origen volcánico.
Quizás es más conocida por su nomenclatura latina: Sinus Iridum, pero me quedo con la española. La bahía del Arco Iris, donde los sueños se hacen realidad.
Con el atlas lunar de Antonin Rükl podemos identificar los principales accidentes