La batalla sin flores

Por: Eduardo Lora Cueto y Xenia Bertel

Se sabe que la batalla de flores se hace en conmemoración a las balas perdidas en la guerra de los mil días. De ahí la metáfora de tirar flores al público y que éste la reciba con euforia, para así tener un mensaje de esperanza en medio de los conflictos que azotan al país. Sin embargo, fueron pocas las que las carrozas lanzaron hoy, queriendo decir que el significado de la tradición cada vez más se va perdiendo y se encarga de ver al Carnaval como la mejor excusa para saludar a los conocidos en medio del desfile o de criticarlos y burlarse. 
De una manera u otra, todos los Barranquilleros tenemos una vena artística que explotamos en el cumbiódromo sin ningún tapujo y el anhelo de muchos, es poder desde ahí, estirar el brazo, sacar una sonrisa y responder al llamado de los asistentes. Así lo hizo Andrea Jaramillo Char, quien desde su carroza demostró cuán alegre es y lo mucho que se ha gozado estas fiestas, al igual que Baltasar Sosa, quien iba en otra carroza demostrando la satisfacción que siente al ser el rey momo.  
Palcos, mini-palcos, sillas… Cualquiera escoge de acuerdo a su presupuesto, que como mínimo debe ser de $50.000 por persona, pues cada vez más el Carnaval va costando más con el pasar de los años. Ya no hay bordillo que se pueda disfrutar a menos que la barrera impuesta por la organización se traspase, y por esta opción optaron muchos asistentes, de hecho demasiados, pues en la parte inferior de los palcos se conglomeró la gente para inmiscuirse en medio de la calle.   
TRADICION VS. FANTASÍA.

El origen del Carnaval viene del folclor y su representación masiva, de ahí que muchas comparsas elijan bailar estos ritmos aún con un aspecto de fantasía que no desentona al siglo en el que se vive. 
Otras al contrario, prefieren introducir en el Carnaval un ámbito internacional experimentando con ritmos Brasileros y Africanos y demostrar que esta fiesta es de demostración mundial.  
LA FARÁNDULA NACIONAL.
Uno de los atractivos del sábado es siempre la gran gama de artistas que visitan la ciudad y que en medio de carrozas saludan al público que quieren ver de cerca a los que salen en televisión. 
LOS ENFOCADOS. Barranquillero que se respete le gusta apreciar el Carnaval de su ciudad y hacen hasta lo imposible por ir a ver lo que año tras año los grupos culturales se inventan. Se exponen al sol, arriesgan su vida, discuten por ver mejor y no quisieron perderse ningún detalle de lo sucedido esta tarde.