La belleza de lo imperfecto…

Es una frase que resuena en mi mente y se me hace tan familiar, pero ahora no recuerdo en dónde la escuché, posiblemente en alguna canción o la leí en algún libro. Pero esta corta frase me inspira y me hace recordar que lo interesante de la vida, nuestras relaciones y todo lo que hacemos está en la imperfección. Nuestras relaciones con otros son más dinámicas por aquellas cuestiones en las que no estamos de acuerdo, en aquellas diferencias que (gracias a Dios) existen y nos hacen ponerle nuestro propio sello a este mundo. En muchas ocasiones he pensado que quisiera que otros pensaran y reaccionara como yo lo haría; pero estoy 100% segura que a corto plazo me volvería loca tener a alguien similar a mí, con mis exigencias, pensamientos, preocupaciones, etc. No sería para nada algo agradable, aunque en la mente como ideal funciona ya en el sentido práctico no sería así.

Joyce Meyer menciona en su libro ¨Una vida sin conflictos¨ (el cual tuve que leer varias veces…jiji), que a veces construimos muros emocionales porque nos da miedo que nos lastimen. Esto a largo plazo nos daña porque no nos permite conocer a personas distintas a nosotros y que nos conozcan tal y como somos. Estos muros podrían construirse porque en el fondo estamos molestos con nosotros mismos o con Dios. La belleza de lo imperfecto también se aplica a nosotros mismos…disfrutar de nuestras imperfecciones nos permitirá perdonarnos con mayor facilidad y seguir adelante. Al entender esto, reconocemos que necesitamos de nuestro Creador porque solos simple y sencillamente no podemos. Así que disfrutemos esos pequeños desvíos que la vida nos da, porque al final solo tenemos una vida imperfecta que vivir. Podemos aparentar que vivimos vidas o circunstancias perfectas, pero eso no es real. ESO NO EXISTE. Repasemos 3 consejos que nos da Joyce Meyer en su libro: 1.Aprender a discutir amablemente. 2.Enfatizar lo positivo. 3.Aceptarme a mí como soy y a los demás tal y como son. No intentar cambiar a nadie nos liberará de mucho estrés.