Revista Cultura y Ocio

La Bestia. Anders Roslund y Börge Hellström

Por Mientrasleo @MientrasleoS
La Bestia. Anders Roslund y Börge Hellström
     "No debería haberlo hecho.
     Vienen hacia aquí. Ya han llegado.
     Descienden por la cuesta, pasan por delante de la barra de ejercicios. Ahora están a veinte metros de distancia, quizá a treinta. Han llegado hasta las plantas de pétalos rojos. Son idénticas a las plantas de la unidad de seguridad de Säter, las que están cerca de la puerta principal. Suponía que eran rosas o algo así.
     Él no debería haberlo hecho."
     Me regalaron este libro hace ya un tiempo y he tardado en decidirme a leerlo. La temática se me antojaba dura, pero sabía la buena fama y acogida que tuvo así que al final, le llegó el turno. Hoy traigo a mi estantería virtual, La Bestia.
     A veces no hay forma de describir los hechos de otras personas, mentes enfermas, que decir que son bestialidades. Eso es justo lo que hace un terrible asesino con dos niñas pequeñas, que aparecen en un sótano tras haber sufrido todas las torturas imaginables, y alguna que no llegamos a imaginar. Por suerte, el autor está en prisión... hasta que escapa. La alarma social se enciende y otra niña aparece violada y asesinada, para desesperación de un padre que parece optar por creer en su propia justicia ante un hecho así.
     La pederastia es un tema durísimo, qué duda cabe. Pero los delitos sexuales existen y se producen a víctimas de todas las edades. De hecho, los autores de esta novela dan unas cifras impresionantes sobre este tema en su país y en la forma de tratar a los condenados por dichos delitos, procurando mantenerlos alejados del resto de los presos por miedo a las represalias que puedan tomar contra ellos. Porque no sólo habla de los delitos, sino también, y sobre todo, de las reacciones sociales ante ellos. Desde el juez al médico pasando por el carcelero, el vecino, el psiquiatra o el padre de la víctima es una novela en la que se suceden las reacciones de una sociedad frente a un tipo de delitos hasta focalizarlo en el asesino del que trata la trama. Y, por encima de todo, y es ahí donde sobresale con creces la historia, es una novela que implica al lector. No sólo por un interés genuino en la trama, sino por las reacciones que es capaz de provocarle al respecto. Es cierto que elige un tema escabroso, pero también que las cuestiones que llega a plantearse uno durante su lectura trascienden incluso la trama en sí.
     Un primer capítulo brutal, y una primera parte que nos va presentando vidas, personajes y sucesos, son la forma que tienen de abrir boca estos autores para dejarnos una estupenda novela que se acelera en la segunda parte ahogándonos con lo que nos relata. De lo difuso a lo concreto, nos centramos en el padre de esta última niña para empezar a movernos y posicionarnos  mientras asistimos a uno de esos casos que trascienden a la sociedad calando fuertemente en ella. Descripciones precisas, incluso de aquello que tal vez no nos hubiera gustado saber, procura mantenerse siempre dentro del buen gusto y no resultar agresiva en sus partes más delicadas. De hecho, a medida que avanzamos en la novela, los silencios toman casi la misma fuerza que los hechos que nos iban describiendo en la primera parte.
     Pareciera que me he desviado del argumento, pero ese es justamente el mérito del libro. Nos presenta a la bestia, nos enseña lo que hace, la enjaula y luego escapa repitiendo aquello que la da el nombre. Y ahora... empecemos a rodar. Dejemos que nos espoleen y hagan salir nuestros instintos más razonados, y alguno que tal vez no lo sea tanto y pongámonos en el lugar de.... en todos los lugares. En todos los de una sociedad como la nuestra, en la que siguen sucediendo este tipo de cosas. Y hablamos de víctimas, verdugos, desencadenantes y justificaciones. Porque leer esta novela es justo eso.
     La Bestia ha resultado un gran libro capaz de hacer algo complicado, traspasar la barrera de la opinión hasta la de las convicciones. Pocas veces un lector se involucra tanto como con este libro. Buscaré más de esta pareja.
     Y vosotros, ¿recordáis cuál fue el último libro que no os dejó precisamente indiferentes?
     Gracias

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