La blefaroplastia es la técnica quirúrgica empleada para devolver naturalidad y luminosidad a la mirada del paciente, especialmente para eliminar las bolsas que se forman en los párpados inferiores y/o superiores, debidas al exceso de grasa o de piel en la zona y que suponen uno de los signos más evidentes del paso del tiempo en nuestro rostro. En este artículo te contamos cuándo y cómo actuar para eliminar estas bolsas y qué particularidades tiene esta intervención.
A la pregunta de cuándo actuar sobre las bolsas que se forman en los párpados, la respuesta es sencilla: cuanto antes, mejor. Incluso sin esperar a que los síntomas sean demasiado evidentes, pues en ocasiones estas bolsas se originan en edades tempranas como consecuencia de la genética familiar. En la mayor parte de los casos, estas bolsas no suelen reaparecer o, en todo caso, lo hacen al cabo de mucho tiempo, ya que los resultados de esta cirugía son muy duraderos. Por otro lado, esta intervención también se puede realizar como complemento a otras cirugías faciales, como el lifting corrector de la caída de cejas.
Técnicas utilizadas en la blefaroplastia
La blefaroplastia implica siempre cirugía, aunque se puede realizar por dos vías: por vía externa o por vía transconjuntival. El primer caso está indicado para personas adultas o de avanzada edad en quienes el exceso de piel es evidente, de forma que se debe realizar una incisión externa en la piel para extirpar ese exceso.
En el segundo caso, el de la vía transconjuntival, la técnica se emplea en pacientes jóvenes que no presentan exceso de piel en el párpado inferior, sino que sus bolsas se deben al exceso de grasa. De esa manera, se realiza la extracción a través de la membrana conjuntiva interna, por lo que no se producen cicatrices exteriores.
Particularidades de la blefaroplastia
Al tratarse de una zona delicada, por su cercanía a los ojos, esta cirugía implica ciertos cuidados, tanto antes como después de la intervención. Algunas medidas preoperatorias son no usar maquillaje antes de la intervención ni tomar aspirinas o medicamentos anticoagulantes desde 10 días antes de la cirugía.
Después de la operación, algunas de las medidas postoperatorias son dormir con la cabeza elevada y aplicar drenajes linfáticos, aunque la inflamación del área del párpado es relativamente normal como consecuencia de la retención de líquido en la zona. En cualquier caso, será el cirujano especialista quien valorará la recuperación posterior del paciente, retirando la sutura el quinto día tras la intervención.
(Fuente: Clínica Menorca)