La boda de la Duquesa de Alba

Por fin llego el gran día y la confirmación de la frase hecha de que “no hay dos sin tres”, al celebrarse el tercer matrimonio de la Duquesa de Alba, con el funcionario en excedencia (a este ya no le afecta el recorte de sueldos del gobierno...¡suertudo!), y soltero para más señas, Alfonso Díez y no Alfonso Diez, como se le escapó ayer a una presentadora de Televisión Española, que será muy parecido el apellido, pero este señor queda muy lejos de la realeza y entonces, por cronología, sería Alfonso Once ¿o no?.

No se hizo evidente aquello de que ...¡Blanca y radiante va la novia!, porque radiante si iba, la señora Duquesa, pero vestida de rosa y más feliz que unas castañuelas, salió del brazo, de su nuevo marido , pero en contra de la costumbre que reina por estos parajes, no salió convertida en señora de Diez, si no que él salió convertido en Duque Consorte de Alba, con lo cual, queda bien claro y patente, que acaba de perder su identidad, aunque le compensará el no tener que hacer estiramientos del sueldo, para llegar a fin de mes, que eso en estas épocas, aunque lo hayan excluido del testamento (según las lenguas de doble filo, que yo no me lo creo), es ya como si le hubiese tocado la lotería. Aunque yo a él le aconsejaría, que se haga ahorrador, porque cuando llegué el momento, de enviudar, por aquello de ley de vida, no sé yo si le dará la pensión, para ser un viejecito, que pueda mantener el tren de vida de ahora y sobre todos los viajes, ya que con la Duquesa, están muy lejos de ser los de el IMSERSO, aunque por otra lado pienso, que dado aquello de que no hay dos sin tres, refiriéndome al número de bodas de Cayetana, me hace pensar en que ya ha enviudado dos veces, así que .....

Tan contenta estaba Cayetana, que se arranco primero, dentro de la capilla y después en la calle, por sevillanas, demostrando, que ella puede tener 85 años, de esos del calendario y por las huellas del tiempo en su piel, pero que su espíritu sigue siendo joven, tan joven, como para rebelarse a sus hijos, eso sí previo pago, ponerse el mundo por montera y casarse con el hombre que ama, porque ella está enamorada y aunque él no lo esté, que no digo yo que sea así, está a su lado hasta que la muerte los separé. Y la Parca, que es caprichosa, esperemos, les de tregua y unos cuantos años, para poder disfrutar de este matrimonio, que a muchos les ha puesto la carne de gallina, pero que ahí está, desafiando todo lo desafíable.
Y desde este blog, los que quieran por supuesto, les deseamos que “sean felices y coman perdices”, aunque muchos quieran que se les atraganten.

El caso es que, como dice la coplilla popular:
! Ya se han casado, ya se han casado, ya se han casado y no me han invitado!...¡Ellos se lo pierden!... porque me había comprado un pedazo pamelón, que no veas......
Hoy os recomiendo visitar a “Bárbara Himmel y su Blog .... Se sólo amor”. ¡No olvidéis pasaros!
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