Revista Salud y Bienestar

La bomba de insulina

Por Juanluis

La bomba de insulina

Foto: Alden Chadwick/Flickr

La bomba de insulina consite en un pequeño aparato del tamaño de un teléfono celular, que se programa para administrar insulina de forma continua las 24 horas del día, imitando la función normal del páncreas.
Además, debe indicarle la cantidad de insulina que quiere antes de cada comida, dependiendo de la cantidad de carbohidratos que va a comer.
Se puede llevar enganchado a la correa del pantalón, y va conectado a un catéter-aguja que se inserta debajo de la piel, a través del cual se deposita la insulina. El tubo por donde va la insulina va fijado a la piel con esparadrapo. El catéter debe cambiarse cada 2 ó 3 días.
Programación La puede programar a través de una pequeña computadora,  para decirle la cantidad de insulina que necesita cada hora, en forma automática, y la cantidad que necesita en cada comida. Hoy día solo se usa insulina rápida.
La bomba trabaja con una batería AA o AAA. Se debe portar todo el tiempo. Se la puede quitar por períodos cortos de tiempo, si no, debe ponerse una inyección de insulina rápida. Algunos modelos son impermeables, por lo que se puede bañar o nadar con ellos. Otros traen una cubierta para poder tomarse una ducha.
Indicación Está indicada en la diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 y diabéticas embarazadas. Las principales ventajas de las bombas de insulina son: que ayudan a lograr niveles de glicemia lo más cerca posible a lo normal, flexibilizan el horario de las comidas y eliminan la necesidad de inyectarse 4 veces al día.
Precio Su principal problema es el precio. El equipo cuesta más de $6,000 dólares, y los materiales gastables alrededor de $250 dólares mensuales. Con la bomba de insulina se debe seguir chequeando la glicemia por lo menos 4 veces al día.
© Juan Luis Fernández 2014

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