Revista Política
La detención de Gerardo Díaz Ferrán, ex presidente de la CEOE, la gran patronal española, se ha convertido por mérito propio en portada de los medios españoles. El antiguo Capo di Capi, implacable fustigador de los trabajadores asalariados, se nos está desvelando en estas horas como un canalla capaz no solo de robar a manos llenas sino de hacerlo de un modo compulsivo y sin límite alguno, de modo que lo suyo más que codicia capitalista parece una enfermedad mental.
Su frase más célebre demuestra su desprecio hacia los trabajadores: "Para salir de la crisis hay que trabajar más y cobrar menos". El mientras tanto, blanqueaba y evadía a Suiza al menos 50 millones de euros, producto del saqueo de las empresas que dirigía: Aerolíneas Argentinas, Air Comet, Viajes Marsans y Seguros Mercurio, entre otras.
El modus operandi de este sinvergüenza no es nada original ya que se halla muy extendido entre los "empresaurios" españoles, como los ha calificado con agudeza un buen amigo mío: las empresas de Díaz Ferrán simplemente dejaban de pagar a trabajadores y acreedores y eran traspasadas a un fulano llamado del Cabo, un antiguo fontanero que en Valencia es conocido como "El Enterrador", pues su especialidad es comprar empresas presuntamente en crisis y desguazarlas en porciones, ocultando los activos existentes en beneficio del antiguo empresario.
La desfachatez del delincuente Díaz Ferrán ha tenido momentos sublimes. Cuando se produjo la quiebra de Air Comet y se suspendieron todas sus operaciones, la aerolínea siguió vendiendo billetes de vuelos transantlánticos hasta estafar de ese modo a 25.000 personas, la mayoría humildes inmigrantes latinoamericanos en España que regresaban a su tierra de vacaciones o por asuntos familiares después de años de sacrificios. Entonces Díaz Ferrán dijo en rueda de prensa ante las cámaras de televisión que él, vista la situación generada, "no habría comprado billete en esa compañía". De Air Comet, Díaz Ferrán y compinches se llevaron al menos noventa y nueve millones de euros solo del importe de impuesto de sociedades no abonado.
Más escandaloso si cabe es el caso de Aerolíneas Argentinas, que en 2001 era propiedad del ente público español SEPI. Por orden de José MAría Aznar, a la sazón presidente del Gobierno español, la antigua aerolínea de bandera argentina fue privatizada y vendida a Díaz Ferrán por un dólar, aprobándose a continuación una subvención del Estado español a la compañía por valor de setecientos cincuenta millones de dólares, unos quinientos millones y pico de euros de entonces. En total la privatización le costó dos mil millones de euros a las arcas del Estado español, saqueo por el que Aznar no ha respondido nunca a pesar de que desde 2010 se está investigando judicialmente por este caso a los directivos de SEPI de aquella época.
Nada es casualidad. Los vínculos entre Gerardo Díz Ferrán y el Partido Popular (PP) español y José María Aznar en particular vienen de lejos. El propietario de Viajes Marsans fue financiador de la carrera política de Aznar cuando éste era un desconocido, y la relación entre ambos se mantuvo prácticamente hasta que comenzaron los problemas legales para el ex Rey de los Empresarios españoles, durante el Gobierno Zapatero. Entonces Díaz Ferrán maniobró para acercarse a estrellas emergentes del PP como Esperanza Aguirre, cuya Fundación FUNDESCAM -una tapadera que financia la carrera de la ex presidenta madrileña- ha recibido sustanciosas aportaciones económicas del Tiranoempresaurio Rex caído. En los últimos tiempos, el PP habría recibido como partido un "donativo" legal suyo por valor de un cuarto de millón de euros.
Comienza a aflorar el patrimonio del que pronto será, no lo duden, insolvente empresario: dos apartamentos en Central Park de Nueva York, un yate de 27 metros de largo, casas, pisos y apartamentos repartidos por la geografía española del lujo, naves industriales en las que ocultaba decenas de coches de "alta gama", otra nave a la que había trasladado en las últimas horas un centenar de trofeos de caza (cabezas de leones y de tigres, colmillos de elefantes...), cuentas en Suiza per decenas o centenares de millones de euros... Gerardo Díaz Ferrán, ese ejemplo de empresarios españoles, su líder bienamado durante años, es ahora un Ángel Caído por voluntad de un Gobierno, el de Rajoy, que busca desesperadamente dar imagen de lucha contra la delincuencia económica de cuello blanco, cuando cada día son más las voces que le acusan de que su tarea es precisamente protegerla desde el Gobierno mediante leyes facilitadoras del saqueo empresarial y legalizadoras del fraude fiscal.
Y sino lo creen fíjense qué casualidad, qué inesperada coincidencia: Díaz Ferrán es detenido el mismo día en que el ministro de Hacienda reconocía ante los micrófonos que el plan de anmistía fiscal para evasores ha fracasado, ya que no se ha regularizado ni siquiera la mitad de los capitales previstos.
La cabeza cortada de Díaz Ferrán no deja de ser una cortina de humo, un ardid para intentar hacernos creer que ellos, el PP y su Gobierno, no tienen parte alguna de responsabilidad en esta España del capitalismo corrupto hasta la médula. Y sin embargo, fue precisamente en la época del Gobierno Aznar cuando se dio le cobertura ideológica a su existencia y se pusieron las bases "legales" que han facilitado su monstruoso crecimiento y expansión.
En la fotografía que ilustra el post, Gerardo Díaz Ferrán en su época de presidente de la organización empresarial española CEOE.