Antes de ser madre, fui tía y también cantaba canciones. De vez en cuando cogía la guitarra y surgían de mi cabeza letras y melodías cuando compartía momentos con mi familia. Así que un día, en el verano de 2009, mientras mi sobrina Aina jugaba a descubrir sus manos y pies en el porche de la casa de mis padres, escribí esta canción:
Imagen de Pajarito Pinzón
AINA
Miro el cielo azul aquí, en el campo,
juego con mi pie y encuentro una mano.
¡Qué interesante éste papel que me he encontrado!
Sigo el ritmo que estás cantando.
No sé… difícil para mí decir que soy feliz sin hablar.
Me divierto con mirar a cualquier perro.
Juego otra vez con tu rizo del pelo.
¡Qué fresquita el agua en el chalet de los abuelos!
¡Qué bonito es el botón de tu chaleco!
No sé hablar, pero da igual: mi mami entiende bien lo que yo quiero
Me lo paso yo muy bien con mucha gente.
Me duele la boca otra vez ¡ya tengo otro diente!
No sé… qué raro es aprender la vida en general…
…Me gusta ese color…
…¡Qué nueva sensación!…
http://cantandoamama.com/wp-content/uploads/2014/07/Aina.m4a