Revista Cultura y Ocio

La canción de Troya, de Colleen McCullough

Publicado el 07 agosto 2018 por Laura Coll Rigo

¡Hola a todos!

Los motivos por los que leí este libro son diversos. Lo cierto es que he leído pocas historias ambientadas en la época clásica, en Roma y Grecia (tengo pendiente a Posteguillo, no hace falta que me lo recomendéis), así que una novela basada en la Guerra de Troya me parecía muy atractiva. A eso hay que sumarle que el semestre pasado mi profesor de Arrels clàssiques nos hizo un resumen de La Ilíada y me pareció muy interesante.

Tenía pensado leer La canción de Aquiles, un libro que había cosechado muy buenas críticas, pero mi amiga Describiendo mundos (a quien ese libro no le había gustado en absoluto) me convenció de que leyera una de sus obras favoritas que trataba el mismo tema, La canción de Troya. Y aquí me tenéis.

La canción de Troya, de Colleen McCulloughTamaño: 15.0x23.0cm.
Nº de páginas: 512 págs.
Editorial: Planeta
Lengua: Castellano
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788408034421
Año edición: 2001
Plaza de edición: Barcelona
Traductor: Josefina Guerrero

Sinopsis:
La canción de Troya es la mejor creación de Colleen McCullough. En ella se relata la trágica y terrible epopeya de la guerra de Troya, con tres mil años de antigüedad, una leyenda de amor perdurable, odio inextinguible, venganza, traición, honor y sacrificio. La historia, tan apremiante y apasionada como si se narrara por vez primera, se transmite de un personaje a otro: Príamo, rey de Troya; Helena, la princesa griega; el príncipe Paris; Aquiles, una atormentada máquina de combatir; Héctor, noble y heroico; Ulises, sutil y brillante; Agamenón, rey de reyes. Estos deslumbrantes personajes despiertan una y otra vez nuestras simpatías hacia Troya mientras cada uno de ellos avanza inexorablemente hacia un destino que ni siquiera los dioses pueden evitar. Una novela sobrecogedora que muestra a los lectores de todas las generaciones la inolvidable fuerza de una historia que subyace profundamente en el corazón de la cultura occidental y que aún resuena en estas fechas.

Hay muchos aspectos que quiero tratar y no sé ni por dónde empezar. Quizás podría hacerlo hablándoos de la trama. Si buscáis un libro que narre la guerra de Troya con "fidelidad" (por llamarlo de algún modo), este es vuestro libro. La historia se inicia en el momento en que empieza la rivalidad entre Grecia y Troya (varias décadas antes de la guerra), profundiza en los diez años que duró la guerra y termina con la resolución del conflicto.

No he leído La Ilíada, pero creo que esta novela es como una adaptación más que una reescritura, y bastante fiel. Narra todos los acontecimientos por orden y intentando no inventar nada. ¿Problema de esto? Que la novela es muy previsible, he sentido que todo era muy plano. En general, no tenía interés por saber qué iba a ocurrir porque o ya lo sabía o ya lo imaginaba. En este libro lo importante no es la trama y lo que va a suceder sino entender el punto de vista de cada uno de los personajes.

En general, para mí a esta novela le ha faltado gancho, ritmo, algo que la hiciera adictiva. Y no, no es porque ya conociera la historia (aunque solo superficialmente), eso no tiene nada que ver. Incluso pese a no conocer la trama previamente, la autora se encarga de restarle misterio mediante los oráculos, que siempre aciertan y te adelantan acontecimientos. La autora lo hace intencionadamente. Sabe que la historia de la guerra de Troya es lo suficientemente conocida como para no poder aportar nada nuevo en lo referente a la trama, así que lo que pretende es que el lector conozca mejor a los protagonistas.

Por eso, ha hecho una novela coral, en la que casi todos los personajes se convierten en narradores en algún momento. Casi cada capítulo está contando por un personaje diferente, no importa si es secundario o no, si se le había mencionado antes o no, aunque algunos, debido a su peso en la trama, repiten narración más de una vez. Esto me ha parecido interesante porque nos permite tener una visión panorámica de todo y al ser capítulos largos, los personajes están lo suficientemente bien desarrollados para conocerlos y entenderlos a todos. Pero no ho sé, no he terminado convencida del todo. Por una parte, me mareaba tanto cambio de perspectiva y por otra, aunque eso debería permitir ver a los personajes desde otros prismas, no es así, sino que siempre están caracterizados igual. Es decir, por ejemplo Aquiles es visto como un héroe, sin importar quién esté narrando. En cambio, en Incerta glòria sí que quedaba claro que las personas somos de una forma u otra según los ojos que nos miran. Y eso aquí no lo he visto.

Sobre los personajes, una cosa que me ha sorprendido es que no me he hecho un lío con los nombres y eso es algo bastante increíble, teniendo en cuenta que todos tienen nombres rarísimos y que hay unos veinte narradores diferentes, si no más. Pero todos los personajes están bien caracterizados y es fácil distinguir sus voces. En general, me han parecido personajes muy humanos, tanto en lo referente a su forma de pensar como en su fuerza o astucia. De todas formas, me gustaría destacar algunos de ellos:

- Helena: la mujer más bella del mundo. Tenía mucha curiosidad por ver cómo la autora sería capaz de reflejar su belleza, y para mí, lo ha conseguido totalmente:

"¡Dioses, qué hermosa era! ¡Helena, Helena de Troya y Amiclas! ¡Helena la sanguijuela! De su persona fluía toda la gracia de Artemisa la cazadora, su rostro irradiaba la delicadeza de rasgos y la sensual atracción de Afrodita. ¡Helena, Helena, Helena...! En aquellos momentos, mientras la contemplaba, comprendí plenamente cuántas noches su imagen había interrumpido mis sueños, cuántas veces en ellos la mujer había soltado su faja incrustada en gemas y había dejado caer sus faldas sobre sus marfileños pies. Helena era Afrodita encarnada en forma mortal, en ella yo reconocía la forma y el continente de la diosa madre jamás vista, que únicamente había oído en los desvaríos de mi padre, enloquecido tras su amoroso encuentro con la diosa del amor.
Helena era la encarnación de todos los sentidos, una Pandora que sonreía y guardaba sus secretos, esclavizada y esclavizante; era la tierra y el amor; humedad y aire; fuego mezclado con un hielo capaz de hacer estallar las venas de los hombres. Dejaba entrever toda la fascinación de la muerte y del misterio, provocaba"

Eso sí, este personaje me ha sorprendido enormemente porque lo imaginaba de una forma totalmente distinta. Pensaba que Helena no era más que una víctima enamorada, pero es todo lo contrario, es una manipuladora de cuidado y una mujer de armas tomar. Eso sí, muy malcriada, egocéntrica y egoísta. Aquí tenéis una muestra:

"Pero Helena estaba hecha de un material más resistente de lo que imaginaban. En lugar de retirarme, adopté la irritante costumbre de reunirme con Hécuba, Andrómaca y las restantes damas nobles en su cámara de esparcimiento para irritarlas acariciándome los senos (son realmente espléndidos) ante su escandalizada mirada (ninguna de ellas se hubiera atrevido a mostrar sus fofas y colgantes carnes). Cuando aquello se agotaba abofeteaba a las sirvientas, vertía leche en sus aburridos tapices y en los extensos productos de sus telares y me sumergía en monólogos sobre violaciones, incendios y saqueos. Una mañana memorable enfurecí de tal modo a Andrómaca que se lanzó sobre mí con uñas y dientes y se llevó una sorpresa mayúscula al descubrir que Helena se había ejercitado en la lucha siendo niña y era demasiado experta para competir con una dama educada como ella. Le puse la zancadilla y le propiné un puñetazo en el ojo, que se le hinchó, cerró y amorató durante casi una luna. Luego anduve divulgando insidiosamente que era obra de Héctor"


- Aquiles: no ho sé, no es un personaje que me haya convencido. Se le puede describir como "un guerrero" pero ya está. Me han gustado sus conflictos interiores, cómo la guerra y lo que vive le va marcando, pero teniendo en cuenta su protagonismo y la cantidad de capítulos narrador por él que hay, esperaba más.

- Patroclo: me pasa lo mismo que con Aquiles. Una de las razones por las que quería leer esta historia era por la interesante historia entre Aquiles y Patroclo. Me ha decepcionado muchísimo. Es algo completamente secundario y yo esperaba más profundidad y más drama. A ver, no me malinterpretéis, el lazo que une a Aquiles y Patroclo es muy estrecho, desde Will y Jem no había visto nada igual pero... no hablan de sentimientos.

- Ulises: y este de aquí es el verdadero héroe de la novela. ¡Viva Ulises! Mi personaje favorito de toda la historia. Sin él, los griegos aún estarían acampados en Troya. Aunque me han comentado que en la Ilíada original casi no tiene importancia, aquí es el motor de todo y la trama solo avanza gracias a él. Me ha gustado por ser tan ingenioso y por tener planes tan buenos. De verdad, Aquiles es un pelele en comparación, no os podéis hacer una idea del peso que tiene en la historia.

- Paris: simplemente, voy a decir que pensaba que tendría más importancia en la historia. Creo que como mucho, hay dos capítulos narrados por él y casi su única función en la novela es "secuestrar" a Helena. No ho sé, y luego pasa olímpicamente de ella. No lo entiendo.

- Héctor: otro personaje que me ha decepcionado por la poca importancia que tiene. Me hubieran gustado más capítulos contados por él porque la autora intenta vendérnoslo como un príncipe sabio y fuerte como Aquiles, pero en el momento en que al final se vuelve narrador es cuando ya ha sufrido el desgaste de una guerra de diez años y está tan rabioso y es tan violento que actúa sin pensar. Y eso no me parece una actitud propia ni de un gran guerrero ni de un un futuro gran soberano.

- Eneas: otro personaje que me ha decepcionado. Tenía una imagen muy romántica de él como gran estratega incomprendido y odiado por todos que al final huía llevando a su padre y a su hijo en brazos, pero qué va, aquí se le representa como alguien frívolo y egoísta a quién solo le importa ser rey de Troya.

- Briseida: realmente es un personaje que no le importa a nadie, pero quería mencionarlo porque hay algo que no me ha convencido en absoluto. Es decir, Aquiles destruye su pueblo, mata a todos sus familiares y quizás a su padre, no muestra arrepentimiento y la secuestra. Y ella se enamora de él, porque es guapo y porque no la viola. Ajá. ¿Se supone que tengo que creérmelo?

Algo positivo sobre los personajes es que no hay "un héroe", "un elegido" gracias al cuál vencen. A ver, sí que lo hay, Aquiles, pero realmente la guerra no se gana gracias a él, sino gracias al papel de todos. Del ingenio de Ulises, de la fuerza de Áyax, del valor de Diomedes y como no, de la fuerza de los soldados rasos. Me ha gustado ver cómo se formaba un consejo en el que no solo había una persona capitaneando, sino que todos contribuían a su manera. No hay un gran jefe más listo y más fuerte que todos, sino que es la suma de las diferentes capacidades de todos lo que les hace fuertes.

Otra cosa que he de añadir sobre los personajes es que la autora inclina la balanza por completo hacia el lado de los griegos. Los troyanos no le importan a nadie. Hay muchos menos capítulos contados desde el punto d vista troyano que desde el punto de vista griego y ese desequilibrio no me ha gustado. La gracia de un enfrentamiento de esta magnitud es el choque entre dos grandes potencias, pero es que los troyanos me han parecido unos mindundis. No son nadie. Mientras que los griegos tienen héroes a puñados (Aquiles, Ulises, Patroclo, Ájax Diomedes, Idomeneo, Néstor, Filoctetes,...), los troyanos tiene a Héctor y ya está. Aunque no conociera la historia, en ningún momento he dudado de la victoria de los griegos. Mientras estos planean estrategias y luchan heroicamente, los troyanos se limitan a quedarse tras las murallas y holgazanear.

Una de las cosas que me ha gustado de los personajes es que son muy humanos, no es solo que no tengan poderes sobrenaturales, tal y como hacen pensar algunos mitos, sino que además se comportan como personas reales. Me ha sorprendido ver cómo fuertes y valerosos guerreros lloran desconsoladamente la muerte de sus seres queridos y no les preocupa lo más mínimo demostrar sus sentimientos, algo que hoy en día parece algo tabú.

"He rogado que mi nombre se perpetuara para ser cantado entre todas las generaciones venideras. Ésa es toda la inmortalidad a que cualquier hombre puede aspirar. El mundo de los muertos no te concede alegrías pero tampoco pesares. Si puedo combatir contra Héctor un millón de veces en los labios de los vivos, nunca moriré realmente"


Sobre la ambientación, bastante bien lograda. La autora se ha documentado muchísimo, y se nota. La época está muy bien representada, tanto en lo referente a las descripciones, las justas y las necesarias, como en la forma de ser de los personajes. Por ejemplo, la aceptación de las relaciones sexuales entre los soldados como algo perfectamente natural, sin que por ello se cuestione la sexualidad de los personajes, que en muchos casos están casados y tienen hijos. Otro ejemplo es el retrato del machismo, de manera para el lector es visible pero no lo critica ni lo exagera, simplemente es un elemento más que está ahí, porque es algo lógico con esa cultura.

"Ella lloró sin cesar, su corazón de mujer no lograba vislumbrar cuan intrincada era la urdimbre del tiempo, de modo que no podía alegrarse conmigo"

(Una muestra de cómo Aquiles considera a las mujeres inferiores)


La descripción de l as escenas de lucha también están muy bien desarrolladas, con bastante realismo, pero no ho sé, pese a haber bastantes y mostrar acción, eran carentes de emoción: desde el principio se veía venir quién ganaría, quién moriría y quién no. De todas maneras, me ha parecido interesante la idea que introduce de que la guerra une incluso a los enemigos, pues me sorprendió ver cómo los troyanos estaban tan impresionados con Héctor que incluso lo admiraban y les preocupaba matarlo porque les caía bien.

Otra cosa que me ha parecido curiosa en lo relativo a la guerra es ver como los combates eran rígidos y estaban sujetos a muchas normas y reglas morales. Pensaba que en la guerra todo valía, pero en este libro no es así. He visto que había toda una serie de protocolos: no se podía atacar a otro reino por sorpresa, había que avisar; los combates de uno contra uno en mitad de la guerra son válidos si son entre dos generales, y nadie tiene permitido intervenir; cuando se hace de noche, se interrumpe el combate y se hace una tregua; no se puede asediar una ciudad bloqueándola oír todas partes, de manera que aunque Troya tenía su puerta principal cerrada, las otras dos estaban abiertas.

El tema de la religión y la mitología me ha gustado. Esperaba encontrarme con una obra llena de fantasía, incluso la presencia física de algunos dioses, pero no es así. Todo el tema de la religión está muy bien integrado en la realidad, de manera que no aparece ningún dios y sus "intervenciones" bien podría ser fruto de la casualidad. Aunque también podría ser cosa de mediación divina, los límites son difusos y no queda claro. Eso sí, todos los personajes son creyentes acérrimos. Durante siglos, los reyes se han aprovechado del cristianismo y han usado la religión como herramienta de poder. Aquí no, la religión controla a los hombres, incluso a los reyes, que en muchos casos parecen siervos de los dioses, los cuáles les hacen ir de aquí para allá.

"Menelao se inclinó hacia él ladeándose para contemplar el rostro inexpresivo de mi padre.-Mi reino está azotado por una plaga, señor. Como mis propios sacerdotes no han podido adivinar la causa que la provoca, recurrí a la pitonisa de Delfos, quien me dijo que debo acudir personalmente a recoger los huesos de los hijos de Prometeo y conducirlos a Amidas, mi capital, donde deben ser enterrados de nuevo para que cese la epidemia.[...] Enfrentarse a la plaga exigía medidas extraordinarias, y siempre había algún rey vagando por mares y playas en busca de algún objeto que, según los oráculos, debía ser restituido a la patria. A veces me preguntaba si el verdadero propósito que se ocultaba tras tales oráculos no consistía en enviar a los reyes a cualquier otro lugar hasta que el desgaste natural condujese a la plaga a su inevitable final. Era un modo de proteger al rey de cualquier peligro, pues si permanecía en su patria era muy probable que falleciese de la misma epidemia o que fuese sacrificado de manera ritual"


Una cosa que me ha decepcionado mucho es el tema del caballo de Troya. Es uno de los episodios más conocidos de la guerra, y transcurre tan al final, que ya pensaba que ni iba a ocurrir. Y no solo eso, es que no está demasiado desarrollado y es todo muy breve. Con la de profundidad que tenía el resto de la novela, esta parte me ha parecido floja, y más si tenemos en cuenta que es el momento culminante de la victoria.

En referencia al final, en las últimas páginas hay un listado de personajes en el que se nos desvela cuál fue el destino de cada uno de ellos tras la guerra. Me ha parecido interesante porque un epílogo hubiera sobrado y es muy útil para saciar la curiosidad. ¿Punto negativo? Me ha sorprendido muchísimo que la mayoría tuviera un final funesto. Es decir, se pasan diez años fuera de su hogar, jugándose la vida, y cuando regresan, en la mayoría de casos los han destronado y terminan en la miseria o son asesinados. No me ha parecido justo, jó.

En conclusión, una novela que explica la guerra de Troya con mucha precisión, bien documentada y que ofrece una gran perspectiva de la historia gracias al uso de una narración coral. Los personajes están bien caracterizados, el tema de la mitología está muy bien integrado y la ambientación está muy trabajada. Aún así, la trama es intencionadamente previsible y tiene poco ritmo porque no hay sorpresas, por lo que no engancha. Está bien, pero a mí no me ha conquistado.

Y ya para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:

La canción de Troya, de Colleen McCullough

La canción de Troya, de Colleen McCullough


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