Revista Salud y Bienestar

La Capital

Por Andrea Marcano @AndMarkno
Hola, hola! La presente es para informarles que sobreviví mi primera semana de trabajo sin ningún tipo de contratiempo, lo único así es que se me olvidaba copiarle las respuestas de los correos a mis compañeros, del resto todo fluyó con normalidad, yaaaaaaaaaaay me! 

Desde que empecé a trabajar vivo con el teléfono pegado a la oreja y canalizando información vía correo electrónico, esto por la naturaleza de mi puesto: Consultor de Seguimiento y Control de Energía, básicamente gestiono todo para que los proyectos lleguen a feliz término utilizando mucha diplomacia y una que otra vez un poco de picardía para que la gente colabore, lo normal pues...Ya tengo un poco más de una semana en Caracas, vivo corriendo como es lo normal aquí. Estoy de pie a las 5:30 AM, me arreglo y salto a la calle a pescar el metro rogando que no sea uno de esos días en que te sacan y te meten en los vagones como muñequito de trapo, las multitudes y tú se vuelven uno, estás a merced de ellas. De las tantas veces que ya me he montado en el metro sólo me he sentado 2 veces, del resto colgando como la mayoría de mis compañeros de viaje. A pesar de todo el jaleo, la rozadera, los que se montan con tremendas maletas, bolsas de mercado, maquetas y pare de contar, me gusta el metro, es rápido y económico, y es un regalo del cielo vivir/trabajar cerca de alguna de sus estaciones sobre todo de la Línea 1. He aprendido una que otra cosa de la "jerga" de por estos lados, aquí no eres o de Maturín o Cumaná, eres de Oriente... Ya digo que soy de "Oriente", no me preocupo por dar especificaciones, al parecer el siguiente paso es que diga que soy del "Interior". El uso de la palabra autobús aquí no existe, la cosa es camionetica. En mi mundo (o lo que solía ser mi mundo) una "camionetica" es una de esas vans donde para bajarte es casi que obligatorio ponerle el culo en la cara a alguien, pues aquí se refieren a camionetica a cualquier tipo de transporte público de 4 ruedas exceptuando el Metrobús. Otra cosa que aprendí es a dejar de ver los semáforos, aquí los motorizados son los directores del tránsito y con quien hay que estar pilas es con ellos, no hay luz verde o roja que valga. Puedo decir que me gusta Caracas, la dinámica de la ciudad y como aprendes a dejar en último plano el ruido urbano. Me gustan los murales, las ventas de libros usados, la diversidad de cosas que hay para hacer los fines de semana y un sin fin de cosas más. Poco a poco he ido explorando y sí, hay que andar pendiente de todo cuando caminas por la calle pero es una ciudad que para profesionales de mi rama hay un sin fin de oportunidades que no hay en "Oriente", así que resulta bastante factible venirse a aventurar.Antes de venirme el Chip me deseó todo lo mejor del mundo por estos lados acompañado de un extracto del libro Una Inspiración para Cada Día de Robin Sharma: "Las personas que prosperan en la vida son aquellas que tienen grandes sueños y corren los riesgos necesarios para convertir su versión en realidad. Se enfrentan cara a cara con sus miedos, participan en el juego y viven cada día con valor. Rompen las puertas de sus temores, por mucho miedo que sientan. Es mejor ser un león un solo día que una oveja toda la vida."Cada día antes de salir a la calle me repito a mi misma eso una y otra, y otra vez "es mejor ser un león un solo día que una oveja toda la vida", agarro mis peroles y salto al metro.

Mañana es la segunda edición de la carrera de Maturín Runners 10K, por los Tritones patearan asfalto Teddy, Diosa y el Chip, por la modalidad caminata va la Vaca. Durooooooooo!

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