Hace un tiempo me enviaron un mensaje vía facebook. En él, una chica me pedía que participase en una encuesta guiada a condenar el aprestamiento. Para quienes no lo sepan, se tratan de actividades donde se pide que realicen trazos determinados, con o sin dirección marcada. Dicho de otra manera: son las fichas de puntitos, la cartilla Rubio de toda la vida.
Para su sorpresa, no participé en el estudio porque no comulgo con esa idea. Y os quiero explicar las razones.
Yo utilizo una metáfora para explicar el aprendizaje de la escritura a las familias. Si te dan el dibujo de un árbol y te piden que lo copies, el primer día te saldrá un churro. El siguiente día, otro churro. Al otro verás un detalle nuevo. Al otro día se parecerá más. Y al tiempo, dibujarás un árbol idéntico al modelo. Así es la escritura: es simplemente copiar. Una actividad que precisa de madurez motriz. Por tanto, el aprestamiento fomenta la adquisición de la habilidad manual necesaria para la escritura a mano.
Ahora bien: no digo que haya que aprender a escribir a base de puntitos. Al menos no es la manera en que yo enseño. Cada maestrillo tiene su librillo.: otro día os cuento más sobre el mío.
¿Qué os parecen a vosotros de este tipo de actividades? ¿Habéis gastado muchas cartillas Rubio? A mí me encantaba hacer los dibujos :)
Etiquetas: lectoescritura, lenguaje, motricidad fina, psicomotricidad