Para que Obama venga a Cuba, tiene que ser invitado…
Por: Nestor Garcia Iturbe
El día 26 de diciembre, desde Honolulu, donde el Premio Nobel de la Paz estaba pasando sus vacaciones navideñas, el Asesor Asistente para la Seguridad Nacional, Ben Rhodes, informó a la prensa que el viaje de Obama a Cuba sería decidido en un par de meses.
Planteó además, que sería en un momento en que el proceso de relaciones fuera irreversible, cuando se considere que Cuba ha mejorado en el tratamiento de los derechos humanos, que lo que el calificó como “el país comunista” permita a empresas privadas hacer negocios.
Planteó también que Cuba tenía que dar a sus ciudadanos más acceso a información y a INTERNET.
El punto crucial para determinar si Obama viaja o no a Cuba, según Rhodes, será, si su viaje ayudará a que mejoren estos asuntos.
Recordamos que uno de los planteamientos de Obama cuando se comenzó a especular sobre el viaje , fue que se reuniría en Cuba con los que han planteado su oposición a la Revolución y luchan por la libertad de expresión.
La prensa estadounidenses considera que será un viaje histórico y que servirá para presionar en función de que Cuba realice reformas (Reuters,artículo de Jeff Mason, Editado por W Simon.) Recuerden eso, presionar a Cuba.
Seguramente el anuncio del viaje lo realiza el Asesor Asistente para la Seguridad Nacional, porque este no es un viaje cualquiera, es un viaje al único país declarado ENEMIGO de Estados Unidos oficialmente, después que Obama firmó la proclama presidencial donde nos incluyo en la Ley de Comercio con el Enemigo.
Es evidente que Cuba, con su postura en el campo internacional y en particular en América Latina, está poniendo en peligro la Seguridad Nacional de Estados Unidos, que se rige por la Doctrina Monroe.
El señor Ben Rohdes expresó algunas ideas que desconozco si son de su cosecha, pero que indican un total desconocimiento de la situación en Cuba, el estado de las relaciones entre los dos países y de las Normas Internacionales para el establecimiento de Relaciones Diplomáticas.
Plantea que el viaje del Premio Nobel de la Paz se efectuará en un momento, en que se considere el proceso de relaciones sea irreversible. Quizás este señor no ha leído los discursos de nuestro Presidente Raul Castro donde se explica que ese proceso tiene dos etapas, el restablecimiento y la normalización. Estamos en la primera, todavía no ha comenzado la segunda.
Por otra parte, si el `proceso es irreversible o no, se decidirá con el resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses, pues algunos de los aspirantes a la presidencia han planteado que de ganar estas, romperán relaciones diplomáticas con Cuba. También el interés de Cuba debe ser tomado en consideración cuando se habla de este asunto.
¿Qué pudiera aconsejar a Obama el señor Rohdes para dificultar que el proceso sea reversible, si esa es realmente su intención.?
Principalmente debería aconsejar a Obama que cumpla con lo planteado por Cuba para el inicio del proceso de normalización. El ejecutivo tiene potestades que no ha utilizado para llevar el bloqueo a su mínima expresión, en caso de que el Congreso lo mantenga.
El presidente puede orientar a las agencias que reciben órdenes suyas, suspender todo tipo de acción que implique una injerencia en los asuntos internos de Cuba. Que no se entreguen más fondos de los que tiene autorizado el Departamento de Estado para sufragar la oposición en Cuba. Ordenar a la Oficina de Transmisiones para Cuba, el cierre de Radio y Televisión Martí. Ordenar a la USAID que no lleve adelante el reclutamiento de periodistas, como contratistas, para viajar a Cuba y contactar personas desafectas con la Revolución.
Si de acuerdo con las layes establecidas se requiere multar algún banco u empresa financiera por realizar transacciones con Cuba, que la multa no sea de cientos de millones de dólares. La ley se puede cumplir, si Obama lo ordena, con una multa muchísimo menor.
Elevar al Congreso, para su aprobación, la anulación del Tratado de Relaciones entre la República de Cuba y los Estados Unidos de América, firmado en Washington el 29 de mayo de 1934, el cual ratificó la presencia de Estados Unidos en la Base Naval de Guantánamo, recogida en el Tratado de 1903.
En artículo reciente, planteamos otras condiciones que debían cumplirse para que el Premio Nobel de la Paz fuera recibido en Cuba, si no como un amigo, al menos como un vecino. No voy a repetir estas.
Además de todo eso, no es suficiente que Obama considere beneficioso para Estados Unidos el viajar a Cuba, es también imprescindible que Cuba considere beneficioso invitarlo.
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