Revista Cultura y Ocio

La casa de la alegría. Edith Wharton

Por Mientrasleo @MientrasleoS

La casa de la alegría. Edith Wharton
     "Selden se detuvo, sorprendido. En la aglomeración vespertina de la Estación Grand Central, sus ojos acababan de recrearse con la visión de la señorita Lily Bart.
     Era un lunes de principios de septiembre y volvía a su trabajo después de una apresurada visita al campo, pero ¿qué hacía la señorita Bart en al ciudad en aquella estación? Si la hubiera visto subir a un tren, podría haber deducido que se trasladaba de una a otra de las mansiones campestres que se disputaban su presencia al término de la temporada de Newport; pero su actitud vacilante le dejó perplejo."
     Tras leer La edad de la inocencia me quedó la curiosidad de volver a acercarme a esta mujer de vida casi escandalosa para la época que le tocó. Por eso no pasó mucho tiempo hasta que llegué a este título. Hoy traigo a mi estantería virtual, La casa de la alegría
     Conocemos a Lily Bart, una joven educada en la opulencia y preparada para casarse adecuadamente, acorde con sus virtudes, y a la que la pobreza le resulta algo tan lejano como feo. Al morir sus padres pasa al cuidado de su tía, una mujer con una posición social en nueva York y ve como van pasando los años sin conseguir casarse beneficiosamente, con lo que su posición se irá resintiendo. O, por supuesto, también hubiera podido elegir casarse por amor.
     Normalmente lo que me atrae más de este tipo de libros, son el reflejo social de la época que nos presentan. Y en este caso me topé con una autora muy meticulosa a la hora de describir los engranajes de una sociedad bastante cerrada que no duda en censurar y apartar a quienes no se rijan por sus normas. Lo representa de una forma perfecta a través de Lily, quien lejos de tener un respaldo económico suficiente, espera consolidarse en esa sociedad gracias a su belleza, sin darse cuenta del gasto que eso la supone y que no puede permitirse. La acompañamos viendo como sus errores son señalados una y otra vez y como ve escaparse el mundo al que siempre ha creído que merece pertenecer. Y es que Lily es un personaje difícil de olvidar, nos deja ver sus sentimientos, su ingenuidad y ese punto que la hace especial y la separa del mundo que anhela, la moral.
      Muy diferente de La edad de la inocencia, no duda en mostrarnos la caída de un personaje inolvidable arropado por una sociedad dibujada con trazo firme. Poco nos cuesta imaginar a Lily en ese entorno, ver como entra y sale de salones y conocer a quienes merodean a su alrededor. Y poco nos cuesta verla decidir entre el amor y la prosperidad, pero menos aún ver como tiene límites infranqueables, convirtiéndose en un personaje con el que nos encariñamos, y cuya segunda parte hacemos casi de la mano con ella hasta llegar a un final difícil de olvidar.
No quiero desvelaros más de esta mujer que sabe perfectamente lo que quiere, pero que también tiene una integridad que la impide llegar hasta determinados límites que para otras son tan normales como saludar al entrar en una sala de baile.
     Me llamó mucho la atención este título, así que investigué su procedencia llevándome una sorpresa. En todo caso, espero que lo anotéis. Lo que si os diré es que, aunque Edith Wharton se negó a incluir la cita a la que aludía el título de su novela, yo la usaré como broche:
     "El corazón de los sabios habita la casa del duelo pero el de los locos habita la casa de la alegría."
Eclesiastés, 7:4
     Da qué pensar. Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
     Gracias

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