Revista Cultura y Ocio
Carmen Gil MartínezLa casa del tejoEdimáter, enero de 2012Con ilustraciones de Mar del Valle, la editorial sevillana Edimáter nos presenta una historia de amor que comienza en la Edad Media, pasando por la Guerra Civil española y con mensajes muy actuales para ubicar la historia a finales del siglo XX o principios del XXI, por las referencias a la serie Sexo en Nueva York, que comenzó a emitirse en 1998 en el canal HBO, y de la cual Marga, la protagonista junto a Andrea y Emmanuel, es seguidora, hasta tal punto de vestir como Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker).He citado tres personajes principales, pero no debo dejar de citar a Juana y a Manuela. La primera, mejor dicho, el espíritu de la primera pena en la casa sin descanso hasta que un amor imposible triunfe- como aquellas almas de la mitología griega que vagaban por el mundo hasta que eran sepultadas- y la segunda es un paso intermedio, un amor que casi triunfó, como un repetidor de la señal de la búsqueda del amor verdadero que pululaba por la casa desde hacía ochocientos años.La historia, recomendada a partir de los 14 años, comienza con una ruptura sentimental en Nueva York, y la protagonista, la escritora Marga, acompañada de su perro Gustavo, regresa a España dispuesta a iniciar una nueva etapa en su vida en una aislada casa en la costa de Cádiz.Ya en la casa, acompañada de su sobrina Andrea, siente que algo extraño habita en ella, lo cual no le extrañaba, pues no era la primera vez que podía percibir realidades que escapaban al resto de las personas, tal vez por ello, se percató pronto de que Emmanuel había despertado en su sobrina el amor; un amor en peligro pues el chico era senegalés y los padres de Andrea no iban a permitir tal relación.Las obras en la casa del tejo para adecuarla a su nueva propietaria, desvelarán un sótano que llevarán a Marga a investigar quién fue Daniel Panduro Quintero y... pero no debo seguir contando, sino invitaros a leer esta novela, de capítulos breves, que incluye poesía y música, narrada con un lenguaje sencillo y directo y adornada con las ilustraciones de Mar del Valle, como os conté al principio.Francisco Javier Illán Vivas