En su autobiografía, Agatha Christie afirma que La casa torcida es uno de sus libros favoritos. La historia comienza cuando Charles y Sophia se conocen en El Cairo, durante la Segunda Guerra Mundial. El conflicto los obliga a separarse y pactar un reencuentro en Londres. Acabada la guerra, y una vez en la capital inglesa, donde le espera Sophia, Charles descubre en el periódico que el abuelo de su futura mujer, un millonario griego con el que vivía toda la familia, ha muerto envenenado. Al parecer, alguien ha introducido la sustancia letal en una de las ampollas de insulina que habitualmente le inyectaban. Y todos los parientes, a cuál más peculiar, son sospechosos del crimen.
Ya tenía yo ganas de leer algo de Agatha, y gracias al homenaje de Pedro y Teresa en sus respectivos blogs por el aniversario de su muerte, he tenido la oportunidad de conocerla mejor y poder leer alguna de sus obras. He disfrutado como una enana intentando averiguar al asesino de la novela, La casa torcida.
Cómo veis en la sinopsis pone que esta novela era una de las novelas favoritas de Agatha Christie y no me extraña nada ya que tiene todos los elementos para ello: intriga, muchos posibles culpables y un sorprendente final. Una novela cortita que se lee en apenas un día y que hace que te sumerjas totalmente en la lectura abstrayéndote del mundo intentando averiguar quién está detrás del crimen.
La historia está contada en primera persona por Charles; nos cuenta que Sophia es el amor de su vida y que a pesar de la guerra y de los años separados la sigue amando. Por ello, cuando vuelve a Londres tras la Guerra decide volver a verla y pedirle matrimonio. Lo que no puede esperar es que la muerte del abuelo de Sophia haga que sus planes tengan que ser aplazados.
Así empieza la novela. Charles, descubre que el abuelo no ha muerto de muerte natural, ha sido asesinado inoculado por una sustancia venenosa para el cuerpo: “Eserina”. En vez de inyectarle insulina alguien le ha inyectado esa sustancia. Lo más natural es pensar que quién se lo ha inyectado es el culpable, pero no todo será tan fácil y simple.
En este punto es donde empiezan a saltar todas las alarmas, ¿quién será el asesino? Aquí empezamos a conocer a todos los personajes, que gratamente al principio del libro hay un glosario con los nombres para conocer mejor quiénes son cada cual: la segunda mujer del abuelo, sus hijos y sus nueras, su cuñada y los nietos, incluyendo a Sophia, la nana y el profesor de los niños. Nadie se libra de ser un posible asesino.
Con un lenguaje sencillo y directo sin florituras, con mucho diálogo y un toque irónico durante toda la novela por eso de la “casa torcida” la escritora nos va alimentando de los posibles motivos que tenían cada uno para matar al abuelo. Conoceremos bien a cada uno, y llegaremos a un final sorprendente, insólito y muy llamativo. Jamás pude imaginar tal final, aunque luego te das cuenta que te iba dejando muchas pistas para intuirlo, pero te sumerges tanto en averiguar quién es el asesino, que vas ignorando lo más importante.
En resumen, La casa torcida es una novela negra claramente original sobre todo por el final y que engancha desde el minuto uno. La autora ha hecho un trabajo sensacional, vistiéndonos gustosamente una novela sencilla con protagonistas reales, sofisticados y decididos. Nos sorprende una vez más, con su ingenio para dar la vuelta a la novela con un asombroso final y para enamorarte de sus pintorescos personajes y su prosa sencilla y eficaz. Un libro que recomendaría leer a pesar de no ser una de sus novelas más conocidas.