La caspa y la casta

Un alcalde del PP era negacionista del Holocausto, se denuncia ahora, y uno socialista se ha subido el sueldo nada más ganar las elecciones. 

La nueva alcaldesa de Barcelona dice que se baja el sueldo: quizás porque gasta poco en su aseo personal como se detecta a distancia. 

Sus primos de Podemos en Madrid no están mejor en cuestión de higiene: además de entrar en la casta hacen sensorial su caspa. 

Las dos ciudades más importantes de España están dominadas ahora por antisemitas, como demostraban en los tuits que ahora borran cuidadosamente los nuevos concejales anstisistema. 

Todos son activistas a favor del terrorismo de Hamás; siempre han usado el conflicto entre Israel y los palestinos para atacar a los judíos. 

Tal para cual, según denuncia la izquierda antisemita valenciana, Compromis, el alcalde popular de los 29.000 habitantes de Crevillente, Alicante, César Augusto Asencio, también es antisemita. 

Publicó en 1979 que “el judío durante toda su vida se ha dedicado a vivir a costa de los demás", y que hay “un estudio detallado que nos muestra que es falso” el Holocausto de seis millones de judíos. 

Lo que se supo después es que "Las personas tienen derecho a cambiar y a evolucionar", dijo Compromís cuando se descubrió que el número cinco de su candidatura Pobla de Farnals, Enrique Monzonís, edra también neonazi y decía iguales cosas que Asencio.

Las mismas que Fátima Taleb, la nueva concejal musulmana de Badadona por Ganemos-CUP, marroquí nacionalizada española y separatista catalana para la que los catalanes son los palestinos oprimidos por los israelíes españoles. 

Con su pañuelo apretado y “la caloret” de estos días, Taleb se suma también a los antisistema cuyos vapores se detectan a buena distancia. 

No olvidemos a Jesús Rojano, alcalde socialista de Baena, Córdoba, localidad de 30.000 habitantes que, recién reelecto, se subió el sueldo 9.000 euros anuales. 

Ganará más que las alcaldesas de Madrid y Barcelona. Comprará más champú que la casta-caspa de concejales barceloneses y madrileños: es la mayor higiene socialista.

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SALAS