La casta la puso Fandiño

Corrida bien presentada, nada que objetar al respecto. Bien la empresa en este sentido. Otra cosa fue el comportamiento de las reses del Marqués de Domecq. Una colección de bureles flojos, mansos y descastados saltaron al albero de la Malagueta. Estas son las consecuencias de la selección basada en la búsqueda de lo que ahora llaman “toreabilidad”.Resultado: podredumbre y miseria en la raza brava.

A pesar de las escasa posibilidades de sus oponentes, Barrera anduvo por debajo de lo que esperábamos de él. A destacar la labor con el capote de David Mora y sobre todo la faena de Fandiño al quinto, el más potable del encierro, pero en nada fácil pues desarrolló peligro, pese a que algunos no hayan querido verlo así. Faena de menos a más, a partir del tremendo gañafón que estuvo a punto de costarle una cornada en el rostro. Desde ese momento, Fandiño se embraguetó, salió de su desconcierto y desganas mostradas en su primero, y plantó cara al del Marqués. Faena vibrante, muy meritoria, de exposición, con varias series en redondo citando cruzado, embarcando con mano baja, cargando la suerte y templando la embestida. Una estocada, con el defecto de quedarse en la cara, pero hasta la yema que fulminó al toro. Oreja justa, de mucho más peso de las que se suelen regalar en esta plaza y que tanto cantan mucho revistero local y foráneo. Premio al valor, a la decisión, a saber sobreponerse a las dificultades, a la vergüenza torera que tanto escasea entre los coletudos actuales. Ya está uno harto de tanto artista cuentista, de tanto esteticista, de “catedráticos” del toreo y de tanta mentira. Si, yo fui uno de los que pedí la oreja para Fandiño y no me arrepiento de ello, sino todo lo contrario. La casta la puso Fandiño. Venció la ética del toreo frente a la estética del empalago y el hartazgo.

Mañana más, porque de esto uno no vive ni acepta limosnas y  hay que madrugar para trabajar. Además este fin de semana taurino en Málaga nos ha dejado agotados, no por lo bueno sino por todo lo malo que se ha visto y padecido en el coso del paseo de Reding.

Paz para algunos y salud para todos