Revista España
El monumento natural de la Cueva de Nerja fue hallado por un grupo de amigos hace ya más de medio siglo.
Por su belleza es conocida por la catedral natural de la Costa del Sol. Estas famosas cuevas se descubrieron en el año 1959 y forman parte de una de las rutas turísticas más conocidas de Andalucía.
Hace millones de años en su interior se formaron cavidades kársticas originadas por la erosión que produjo el agua de los mármoles.
La gruta se encuentra a menos de un kilómetro de distancia del litoral sobre una colina que se eleva a unos doscientos metros sobre el nivel del mar, muy cerca del casco urbano de Nerja.
Dentro de la cueva la zona que se visita tiene una longitud de 700 metros y una superficie de 140.000 metros cuadrados. Existen otras galerías de mayores dimensiones que permanecen cerradas al público por su difícil acceso, que desde hace años están siendo investigadas por grupos de espeleólogos.
Pero lo que verdaderamente cautiva al caminante es la grandiosidad de la cueva, la belleza de las formaciones de estalactitas y estalagmitas y, en muchas ocasiones, las formas antropomórficas que la naturaleza parece haber esculpido en la piedra.
Las medidas monumentales de algunas de sus salas, verdaderamente impactantes, generan invariablemente las más diversas exclamaciones entre los visitantes. Destaca la gran columna central de la Sala del Cataclismo con 45 metros de altura y para cuya formación se necesitó la caída de mil billones de gotas de agua. De hecho, está recogida en el Guinnes como la mayor columna del mundo. (El Mundo)