La causa final o de la aporía del primero o el último. (I)
I. La causa final en Aristóteles es una idea que recupera algo de la forma de expresión del mito que no ha sido completamente abandonado desde el supuesto paso del mito al logos, a excepción, acaso, de los atomistas Demócrito y Leucipo. Estos eliminarían la finalidad por completo, pero he aquí que la causa final no puede desaparecer por completo en el pensamiento racional actual incluido el denominado científico. La comprensión de cualquier discurso racional envuelve algo de lo que significa la causa final. A saber, la cadena de razonamientos pensados por una agente lleva a un fin en forma de conclusión, y que no es posible verlo de un sólo vistazo. Es lo que ya se dio cuenta Descartes en sus reglas del método en las que el tiempo no remite a un contenido vacío.
...no de otro modo sabemos que el último eslabón de una larga cadena está enlazado con el primero, aunque no contemplemos con uno sólo y el mismo golpe de vista todos los intermedios, de los que depende aquella concatenación, con tal de que los hayamos recorrido con los ojos sucesivamente y recordemos que están unidos desde el primero hasta el último cada uno a su inmediato. (Descartes. Reglas para la dirección del espíritu, Alianza Editoria, pags 76, 77)
La forma de expresión de cualquier fundamentación pasa necesariamente por una sucesión y el fundamento o contenido que se expresa no puede obviar esta circunstancia. Las primeras formas de explicar, lo que hay y hacemos, son historias protagonizadas siempre por algún agente o entidad con propósito, o con un plan. La explicación considerada racional pasa por eliminar tal propósito o conciencia, sin embargo, la forma de expresión en la que hay un inicio y un fin puede verse como la condición necesaria de cualquier forma de conciencia, de cualquier toma de conciencia. Es decir, es justo al revés de como suele pensarse, porque tenemos conciencia comprendemos una historia; la conciencia es más bien un resultado o un efecto de la expresión de movimientos que acaban, tienen un fin, y que disitinguen cierta unidad en el movimiento. No hay conciencia sustantivada. Pero la conciencia sustantivada que desprecia lo que la causa final designa puede verse como una consecuencia de lo que se denomina paso del mito al logos.
II. ¿Qué supuso el denominado paso del mito al logos en el desarrollo de la idea de causa final? En primer lugar las historias de los mitos los personajes, dioses y héroes todas tienen un propósito, un fin, en cambio, cuando los primeros filósofos de Mileto reconocen que la causa o el principio de las cosas está entre ellas, ya sea el agua o el aire, o algo tan abstracto como lo ilimitado (el denominado apeiron), lo que están intentando es descubrir algo que a pesar de sufrir procesos de cambio y transformación está presente, es contemporáneo capaz de estructurar la realidad frente al mundo caprichoso y fruto de la voluntad de los dioses, y que dibujan una conciencia que termina siendo completamente oscura para el conocimiento, ahora la causa de lo que hay será el agua (según Tales). La naturaleza última o primera de la realidad está contenida en el agua y esta puede estudiarse actualmente, contemporánemente a los procesos que ha de explicar. Como se ve el agua puede pasar del estado líquido al gaseoso, y ello de manera rápida, lenta o abrupta, y todo ello en relación con otros elementos que responde a causas también contemporáneas o actuales, y que en cierto modo son manipuladas a voluntad, lo que indica que ellas mismas no la tienen, en todo caso la voluntad del que manipula debe entender los procesos de estos cambios, aunque sea un entendimiento pragmático, de uso.