Revista Cine

“La caza (The hunt)”: Crueldad e inocencia

Publicado el 20 abril 2013 por La Mirada De Ulises

[7/10]   El reclamo promocional de “La caza (The hunt)” resume a la perfección la sensación de pesadumbre y desazón que deja la cinta de Thomas Vinterberg“una mentira puede destruir a un inocente”, y efectivamente así sucede desde el momento en que Lucas es acusado de haber abusado sexualmente de varios niños de la escuela en que trabaja. De la noche a la mañana, su mundo se desmorona cuando se le impide ver a un hijo del que perdió la custodia tras el divorcio, cuando los amigos le dan la espalda y comienzan a evitarle, cuando sufre en el pueblo un verdadero escrache que llega extremos de crueldad. El espectador conoce en todo momento su inocencia, y también entiende los motivos que le llevaron a la pequeña Klara -hija de su mejor amigo- a decir esa mentira que se propaló como la pólvora y que enturbiaría para siempre el ambiente del lugar.

“La caza (The hunt)”: Crueldad e inocencia

La primera escena en que la niña pide ayuda a Lucas porque está perdida y tiene miedo de pisar las rayas del suelo, dice mucho del carácter frágil de uno y entrañable de otro… y genera un clima de tensión que amenaza ya con tormenta. Resulta fácil ver la inocencia de esa pequeña que solo busca la seguridad y el cariño que no encuentra en casa (y que repite lo que oye), y también el desconcierto y desesperación de ese inocente culpable al que nadie da crédito y que sufre la soledad en silencio. Más difícil es comprender a esos adultos que son reflejo de una sociedad patológicamente hipersensibilizada en la que un gesto de cariño y atención a un niño es visto con malicia, en la que se presume el principio de culpabilidad ante la mínima sospecha o calumnia esparcida a los cuatro vientos. Porque una vez lanzada la piedra… la herida ya está hecha.

 “La caza (The hunt)”: Crueldad e inocencia

Sin desvelar el desarrollo y desenlace de la historia, las dos últimas secuencias son fiel reflejo del tono que la película adopta. Por un lado, vemos a esa niña pidiendo ayuda para cruzar la habitación porque en el suelo hay muchas rayas… y sigue necesitando el cariño de quien está dispuesto a darlo; por otro, esa escena de caza donde advertimos que siempre hay quien no está dispuesto a rectificar y cuyos prejuicios se enconan hasta la violencia más miserable. A lo largo de la trama, Vinterberg hace reiterados llamamientos a la conciencia de sus personajes y alienta sus remordimientos ante la injusticia que se está cometiendo -hasta el clímax alcanzado en la iglesia en Nochebuena, con una tensión que corta la respiración y una crítica a la hipocresía puritana de la comunidad-, pero no todos responden de la misma manera porque la lucha entre la verdad y la libertad no siempre se decanta hacia el mismo lado.

 “La caza (The hunt)”: Crueldad e inocencia

En la película, hay trampa narrativa (el espectador sabe la verdad y lo observa todo desde fuera), y a la vez también encontramos giros dramáticos encaminados a la empatía emocional con el pobre Lucas. En ese alejamiento y aproximación a lo que se nos cuenta radica el éxito de la película, siempre controlada en sus emociones por el director y por un gran Mads Mikkelsen, auténtico valedor de la cinta y premiado en Cannes de 2012. Desde su conmovedora interpretación y desde el potente efectismo dramático de la puesta en escena, se consigue que fijemos nuestra atención más en la inocencia del adulto que en la de la niña, y más aún en la negrura del corazón de unos vecinos que en un delito que nunca existió. Frialdad fotográfica, excelente dirección de actores (sobre todo con la niña Annika Wedderkopp), y un realismo y frescura que son herencia -lo poco que queda- del Dogma’95 del que Vinterberg fuera co-fundador.

“La caza (The hunt)”: Crueldad e inocencia

La película estremece desde sus primeros planos y deja sin aliento en los últimos, para hacernos ver la fragilidad de la vida y la facilidad para hundir a alguien en la nada (es lo que se ve en Lucas, cuando se le mira a los ojos), y también una ligereza y locura colectiva que no repara en el daño causado cuando se duda de alguien y se ataca su fama. Por eso, duele el linchamiento moral y físico al que someten a Lucas, pero más aún la ceguera de unos individuos que no se conocen a ellos mismos (lo que su conciencia trata de advertirles) ni a sus niños (lo que su imaginación trata de suplir). Solo nos queda esperar que, para entrar en la edad adulta, no sea necesario recibir un rifle de regalo… como sucede con el hijo de Lucas, porque entonces habrá que preocuparse y prepararse para vivir entre la crueldad y la inocencia.

Calificación: 7/10

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En las imágenes: Fotogramas de la película “La caza (The hunt)” – Copyright © 2012 Zentropa Entertainment, Film I Väst y Zentropa International Sweden. Distribuida en España por Golem. Todos los derechos reservados.

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Publicado el 20 abril, 2013 | Categoría: 7/10, Año 2013, Críticas, Dinamarca, Drama

Etiquetas: afectividad, amistad, Annika Wedderkopp, honor, La caza (The hunt), Mads Mikkelsen, mentira, Thomas Vinterberg


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