Nadie lo llama Ricardo, todos lo conocen como “Ricky”. Aquel jugador que explotó tarde en Vélez (jugó sólo 2 partidos en Primera entre 2007 y 2009 a la edad de 20 años) mañana será el reemplazante de Di María en el Seleccionado Mayor.
No integró las selecciones juveniles, ni fue seguido por un club europeo cuando era sólo un chico, pero sus cualidades deslumbraron al público del fútbol cuando comenzó a tomar continuidad. Sabella hoy le da la confianza. Fue el primero que lo convocó en aquella gira por India, estuvo en la citación anterior de las primeras 2 fechas y mañana hará su estreno como titular.
Inició su camino en Boca, pero por esas casualidades de la vida el destino lo cruzó con Vélez. El club de la ribera lo había dejado de lado por una carencia en su desarrollo físico. La explosión fue en la temporada 2010/2011. Allí, portando la 11 de Vélez, jugó 40 partidos con una poca producción a nivel gol (sólo 5 incluyendo Copa Libertadores y Sudamericana) pero con un nivel altísimo.
El Inter de Milán puso casi 20 millones de euros por su pase y se lo llevó en el mercado de invierno. Elegante, alto, con potencia, verticalidad y velocidad, Ricky estará presente frente a Bolivia.
“Si juego cinco o diez minutos, tengo que rendir para poder seguir estando convocado”, decía a su llegada a Buenos Aires. Sorprendentemente para él, tendrá muchísimos más. Ojalá lo aproveche.
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