Uno de los libros más famosos de Robert Louis Stevenson se llama “El extraño caso del Doctor Jekyll y Mister Hyde”, en la que narra la historia de un hombre bueno (Jekyll), quien, gracias a los poderes de una sustancia de su autoría, se convierte en un monstruo maligno. Esa historia tranquílamente puede describir a Roma: un equipo que le da tantas alegrías como desazones a sus seguidores.
El equipo de la capital italiana contrató a Luis Enrique a principios de temporada para hacerse cargo del equipo. La intención del dueño y presidente del equipo, Thomas DiBenedetto, era de imitar al Barcelona en muchos puntos. Incluso, el ex volante español, provenía justamente del Barcelona B, que, si hubiese sido un equipo “normal” y no la filial blaugrana, habría ascendido a Primera para el corriente torneo.
Sin embargo, hubo un item en el que todavía no pudieron igualar al Barça: la solidez defensiva. Porque los dirigidos por “Pep” Guardiola son muy buenos abajo, con Puyol como abanderado, mientras que el equipo gialorosso es demasiado frágil en ese sector. De hecho, recibieron 19 goles en 15 partidos.
Yendo al juego de esta noche en el Stadio San Paolo, los romanos hicieron el primer gol casi desde el vestuario. Erik Lamela, uno de los mejores jugadores de la escuadra en lo que va del torneo, fue desde la izquierda, eludió a Hugo Campagnaro y a Paolo Cannavaro, y tiró un fuerte centro atrás. Éste se desvía en Aronica, haciendo que quede desacomodado el arquero De Sanctis, quien, al estar en posición desventajosa, termina metiendo la pelota en su propio arco.
Más allá del gol en el tercer minuto de juego, los napolitanos fueron con todo para buscar el descuento, y tuvieron una chance inmejorable: tras una buena jugada personal de Zuñiga, Marek Hamsik quedó solo frente al arco, pero termina mandándola por encima del travesaño. Las chances de los sureños siguieron, no sólo con el delantero eslovaco (chance atajada por Stekelemburg), sino también con Ezequiel Lavezzi, quien estrelló la pelota en el palo en el primer tiempo, y no pudo conectar bien una barrida en el comienzo del segundo).
Pero, tal como sucedió a lo largo del campeonato, la buena ofensiva del equipo visitante compensó las flaquezas defensivas. Luego de que en la mitad inicial los tiros de Daniel Osvaldo y Lamela se vayan apenas desviado y al travesaño, respectivamente, lograron establecer en el minuto 59 el 2-0, ya que el centro cuasi rasante del eterno Francesco Totti fue conectado oportunamente por Osvaldo, dejando sin chances al arquero.
Más allá de que luego de ese gol todo fue ida y vuelta, aunque con una leve superioridad del otrora equipo de Diego Maradona, se creía que el marcador no se iba a mover. Sin embargo, Hamsik se tomó revancha de la ocasión que falló en el inicio del encuentro, y definió al palo lejano luego de irse casi como una tromba. A 10 minutos del final, con el 2 a 1 nada estaba garantizado.
Por ello, los locales se fueron arriba, sabiendo de que la visita hacía agua en la zaga. Incluso en el minuto 87 tuvieron una clara a su favor, pero Edinson Cavani quedó en offside justo en la situación previa a lo que hubiese sido el gol de Hamsik (él aprovechó el rebote luego de que el tiro del uruguayo diese en el larguero). Pero otra vez la manta corta se vio allí, y la Roma liquidó el partido inmediatamente después de esa jugada, con un tiro desde fuera del área de Fabio Simplicio que se desvió en Cannavaro. Ya no había nada más para hacer con el 3-1 en el marcador, salvo un tiro de Osvaldo que se sacó en la línea.
Tranquilamente si uno quiere evaluar cómo es la temporada (hasta ahora) de la Roma, se podría tener a ese partido como ejemplo de esto: ofensivamente potentes, defensivamente vulnerables.
Juventus, puntero en soledad otra vez
La semana anterior, el empate ante los protagonistas principales del post determinó que la “Vecchia Signora” compartiese la punta con Udinese. Sin embargo, todo volvió a estar como antes, ya que vencieron al modesto Novara por 2-0 (goles de Simone Pepe y de Antonio Quagliarella), mientras que los de Udine empataron 2-2 con la Lazio (Floro Flores y Pinzi anotaron para la visita, mientras que en los capitalinos convirtieron Lulic y Klose). Con este resultado, los dirigidos por Conte están en la cima (e invictos) con 33 unidades, seguido de Udinese y del Milan con 21.