Revista Ciencia
La Ciencia de la Vida: El estrés deja su huella en el esperma de los padres
Publicado el 25 julio 2013 por Carlos Carlos L, Marco Ortega @carlosmarco22Por primera vez un grupo de científicos ha encontrado que el estrés puede dejar una marca epigenética en el esperma, la cual produce luego alteraciones en el eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA) de su descendencia. Este eje HPA es una parte del cerebro que está implicada en la respuesta a estrés. El estudio se publicó en la revista Journal of Neuroscience.
El experimento se llevó a cabo con ratones machos adultos preadolescentes, a los que se sometió a periodos de estrés mediante presentación de olor de depredador o presencia de objetos extraños.
La descendencia de estos ratones, tanto machos como hembras, mostraron tener una reacción anormalmente baja al estrés. Tanto una reacción extremadamente alta como baja al estrés es una señal desadaptativa, ya que el organismo se ve incapaz de responder a los cambios en su medio ambiente. En los seres humanos se relaciona con desórdenes mentales relacionados con el estrés.
Se observó que el periodo de sometimiento a estrés de los padres, bien fuera antes o después de la pubertad, no influía en el resultado. Esto implica que los resultados muestran que el estrés produce cambios de largo plazo en el genoma espermático de los padres que se traducen en la reprogramación del eje HPA de sus descendencia. Según el autor Tracy Bale, "esto sugiere que el estrés paterno puede estar relacionado con enfermedades neuropsiquiátricas".
Los científicos también examinaron el papel de los microRNA (miRs) -que contribuyen al control de la expresión de genes en la descendencia después de la fertilización- en el esperma. Los resultados mostraron que en los ratones estresados, había una expresión significativamente mayor de estos miRs.
Tomando todos los resultados en conjunto, los autores concluyeron una explicación evolutiva a este fenómeno de "herencia epigenética": los padres "informan" a su descendencia como es el ambiente exterior, y la "preparan" frente a estas condiciones. El problema se da cuando esas condiciones cambian bruscamente, y el ambiente en el que crece la descendencia no es el mismo que en el que vivieron sus padres. Esto, en humanos, que tienen una vida y una esperanza de vida más larga que los ratones, hay más probabilidad que suceda.
Según los autores, además del conocimiento de este nuevo proceso de regulación epigenética, este hallazgo puede ser utilizado como marcador terapéutico para prever posibles enfermedades psiquiátricas.
Fuente: Investigación y Ciencia.
C. Marco