Revista Coaching

La ciencia de los milagros

Por Falcaide @falcaide
La ciencia de los milagrosEs, sin lugar a dudas, la mejor película-documental hasta el momento que he visto para explicar qué es el Universo y cómo funciona. Es un must. Imprescindible. Lleva por título La ciencia de los milagros y tiene por protagonista a Gregg Braden, especialista en la fusión de ciencia y espiritualidad.
No es la primera vez que hablamos aquí de ello. Apunto sólo unas brevísimas ideas porque es mejor ver el vídeo. Tal vez se requieran ciertas nociones previas para entender ciertas cosas pero como todo, para los que estén menos avanzados en este tema, todo es cuestión de ponerse:
– El Universo es un campo de energía el que todos estamos conectados; todos somos uno y uno somos todos; pero no sólo estamos conectados entre nosotros las personas sino con el resto de la naturaleza y de las cosas que existen. El mundo es una especie de red en la que todo está interconectado. De ahí se desprende algo sobre lo que ha insistido Jodorowsky: "Lo que das, te lo das; lo que no das, te lo quitas".
– Lo que hace que ese campo de energía sea de construcción (energía positiva) o destrucción (energía negativa) son los sentimientos. Es decir, los sentimientos (el lenguaje del alma), es la forma con la que nos comunicamos y relacionamos con ese campo de energía.
– Los sentimientos –que dan lugar a los comportamientos– sólo pueden ser de dos tipos: positivos (paz, amor, generosidad...) o negativos (odio, ira, rencor...). ¿Qué alimentas dentro de ti? La vida es como un boomerang, lo que sientes, recibes.
– Esos sentimientos individuales de cada uno de nosotros (positivos o negativos) dan lugar a una conciencia colectiva que crea la realidad. Dicho de otro modo: la realidad no existe, la creamos, y la creamos con nuestros sentimientos. Y de aquí se desprende una conclusión tremenda: cambiar el mundo está en nuestras manos y además ahora mismo.
– Existen evidencias científicas que prueban cómo los sentimientos (positivos o negativos) crean la realidad (creadora o destructora). Algunos de los estudios más conocidos son los de Masaru Emoto. Merece la pena leer: La enfermedad se supera cuando se recupera la armonía.
– No es lo mismo emociones que sentimientos. Las emociones crean los pensamientos que determinan nuestros sentimientos. Por ejemplo, un día que llueva o esté gris puede dar lugar a un tipo de emoción (ya sea positiva o negativa) que produce un pensamiento que se traduce en un sentimiento que es creador o destructor. Otro ejemplo: una conversación (ya sea estimulante o tóxica) genera ciertas emociones en nosotros (alegría o tristeza; ganas o desgana), que dan lugar a determinados pensamientos (no sirvo para nada o soy un fenómeno) que confluyen en sentimientos que producen ciertos comportamientos.
– Ese campo de energía ha existido siempre y así se ha ido transmitiendo de unas culturas a otras, pero por determinadas circunstancias (destrucción de la biblioteca de Alejandría y eliminación de 20 libros de la Biblia en la época de Constantino) se ha ido perdiendo en la mayoría de los lugares civilizados. Sin embargo, en determinados lugares del mundo (Tibet, Mayas, etc), donde la civilización ha irrumpido con menor crudeza si uno convive con sus gentes llega a la esencia de la sabiduría.
Como he dicho antes es imprescindible ver el vídeo-documental (59 minutos) que descubro gracias a Karen Álvarez (@karenavz). Aquí va con subtítulos en español:

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