La ciencia habla de lo que sabe, pero no de lo que no sabe. Y cuando no sabe algo concluye que carece de valor. Aquí radica el problema: todo lo que no es comprobable científicamente no es válido.
Entre el mundo terrenal (tangible/visible) y el espiritual (intangible/invisible) también existe conexión, pero es un vínculo que va más allá del modelo científico plenamente asentado en las culturas desarrolladas que intenta explicarlo todo por un lenguaje empírico. El lenguaje de los datos, de lo cuantitativo, de lo racional tiene sus límites. Hay ciertas cosas que no son explicables a ese nivel de conciencia y que requieren de otras coordenadas para adentrarse en otros mundos. Es el paso del tonal (delimitado por espacio, tiempo y materia) al nagual (Más allá) según la teoría de la dualidad que las conecta por medio de energía.
Comento esto porque Carlos Castaneda fue un antropólogo de la Universidad de California que a través de su relación con un indio yanki (Juan Matus) experimenta muchas vivencias en el desierto de Sonora (México) y conecta y llega a la sabiduría que no está en los libros, ni en las ecuaciones. Su primera obra, la más relevante, donde cuenta sus experiencias, llevó por título: Las enseñanzas de Don Juan y fue un best-seller.
Carlos Castaneda siempre fue un personaje enigmático y huidizo de los medios de comunicación (en los vídeos sabréis por qué) que generó una gran polémica por sus escritos (ya se sabe, lo que no se entiende se rechaza y critica).
En el programa Cuarto Milenio, de Cuatro y con Iker Jiménez al frente, hace un par de años, dos invitados -Manuel Almendro (Doctor en Filosofía) y Carlos Caravante (Doctor en Filosofía y Letras)-, hablan sobre Carlos Castaneda y su obra. Aquí van los vídeos (30 minutos) para el fin de semana:
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