La cirugía estética genital femenina es un segmento pequeño del mercado de cirugía plástica en Estados Unidos y otros países desarrollados, pero está creciendo cada vez más, con miles de mujeres que se someten a los procedimientos de este tipo cada año. Este crecimiento se produce a pesar de la advertencia del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) en un anuncio para los médicos que cuestionan fuertemente la validez médica y la seguridad de la cirugía estética genital femenina. A principios de este año, el grupo debatió la tendencia en su reunión anual en San Diego.
Ninguno de estos procedimientos tienen una efectividad probada, y existe la posibilidad de daño. Los profesionales de la salud temen que las mujeres estén siendo engañadas o estén confundidas acerca de lo que es normal y sobre lo que constituye una condición que en realidad puede ser ayudada mediante un tratamiento.
Los críticos dicen que esta tendencia es el último servicio dirigido a las mujeres que persiguen un ideal imposible de perfección física, promocionado por la pornografía en Internet y la publicidad de los cirujanos que podrían no explicar todos los riesgos, tales como infecciones, cicatrices, dolor y la pérdida de las sensaciones mismas que algunas pacientes buscan mejorar.
Incluso cuando a las mujeres se les habla de posibles complicaciones, como la falta de sensibilidad del clítoris, todavía pueden ser difíciles de disuadir si tienen la noción de que necesitan una vulva de aspecto más joven, o más perfecta, o más deseable.