Revista Cultura y Ocio

La ciudad del fuego. Kate Mosse

Por Mientrasleo @MientrasleoS
La ciudad del fuego. Kate Mosse
     "—¿Eres un traidor? 
     —No, señor. 
     El preso no sabía con certeza si lo había dicho en voz alta o si había contestado en el interior de su mente destrozada. Dientes rotos, huesos dislocados y sabor a sangre seca acumulada en la boca. ¿Cuánto tiempo llevaba allí? ¿Horas? ¿Días? 
     ¿Toda su vida?"
     Hay escritores que tienen la capacidad de trasladarte desde la primera página a los lugares que visitan sus novelas, y Mosse es uno de ellos. Por eso no tardé en hacerme con su libro y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La ciudad del fuego.
     Nos trasladamos a Languedoc, corre el año 1562 y conocemos a Minou, una joven de 19 años que lleva la librería de su padre en Carcassonne, cuando recibe una extraña carta que le anuncia "Ella está viva". No tarda en conocer a Piet Reydon un hombre perseguido que ha regresado para retomar contacto con un antiguo amigo aún a sabiendas del riesgo que eso entraña. Ambos se sienten atraídos el uno por el otro y ambos tienen secretos aunque el mayor secreto de Minou sea de su padre, quien decide enviarla fuera junto a su hermano. Así van a parar a Tolouse que, lejos de ser un lugar seguro, es un polvorín debido a los fuertes conflictos religiosos.
     En realidad la novela comienza ante una tumba dos siglos después de la fecha que he comentado, pero Mosse no tarda en echar la vista atrás para relatarnos la historia de Minou y Piet. Hace, como es habitual en ella, un uso maestro de la ambientación para que nos sintamos trasladados a una época más que convulsa por los conflictos entre católicos y hugonotes en los que, además, se identificaba una religión con la lealtad a la propia corona. Estamos, pues, ante una ficción histórica que mezcla todos los ingredientes para ser eso que llaman un novelón más referido al continente que a la propia calidad del libro. Entre secretos, traiciones, romance y mucha sangre Kate Mosse parece haber encontrado su sitio como escritora para disfrute de sus lectores habituales. Sin embargo, tengo que decir que, pese a anunciarse como volumen independiente, estamos ante el primer volumen de una trilogía. Y si lo comento es porque me parece importante, ya que yo misma lo compré pensando que era único debido a ese comentario que le suele acompañar.
     La autora, que ya se había sumergido en este periodo, utiliza descripciones cotidianas para que el lector se sienta cómodo e incluso transportado a las calles que nos relata como ya hiciera en la Trilogía de Languedoc intercalando en esta ocasión la historia de sus dos protagonistas con el testimonio de una mujer anónima que promete que muchas de las intrigas, van a sobrevivir junto a sus consecuencias durante generaciones.
     Seiscientas páginas pueden parecer muchas a primera vista, pero Mosse consigue tirar del lector y convertir esta novela en un libro de esos que llaman de lectura fácil y que yo siempre he pensado que son los de escritura más difícil. En todo caso, ha demostrado una vez más que es capaz de mezclar los elementos necesarios para articular un producto de consumo apetecible y satisfactorio para casi cualquier lector. Los secretos, las venganzas, lo interesante del momento elegido, los asesinatos, detenciones y persecuciones, están perfectamente enlazados como si se tratase de un mecanismo de relojería. De hecho, serán las convergencias las que terminen por marcar el ritmo de una novela que, por poner una pega, excede en romanticismo a lo que yo suelo leer. Aunque esto es, por supuesto, una apreciación personal basada en mi línea habitual de lectura: mi zona de confort si preferís decirlo. Precisamente por ese gusto personal, la parte que más me ha gustado es la puramente histórica en la que la autora se mete frontalmente con los conflictos religiosos y las traiciones.
     Y si las páginas son muchas, también los son los personajes, pese a lo cual no tenemos ningún problema en identificarlos rápidamente y asignarles el papel que cumplen en esta novela que se complementa de forma gráfica a la perfección.

     La ciudad del fuego es una novela de ficción histórica con todos los ingredientes para trasladarnos a una época convulsa y vivir entre traiciones, engaños y pasiones durante unas cuantas tardes. Me ha dado pena despedirme de sus personajes.
     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
     Gracias.

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