Son las 5 de la mañana. La madrugada tiene vida propia. Tiene colores, olores, espacios únicos, personajes propios de una historia de ficción. La madrugada parecería el momento perfecto para correr, porque es el instante de tranquilidad en el que la vida inicia y tienes espacio para ti.Pero en la Ciudad Improbable es diferente. En la Ciudad Improbable nunca hay paz. La fiesta, los trasnochados, los trabajadores tempraneros, el caos nunca descansa.Podrías intentar entrenar a otra hora, pero sabemos que disfrutas el reto. Disfrutas de los matíces y claroscuros de una ciudad que se reinventa cada minuto, y tú eres parte de esa historia.Son las 5 de la mañana. Bienvenido a la Ciudad Improbable otra vez.Corre sin límites.