Por Sonia Castelani
Seguro que una deconstrucción de
tortilla de patatas en copa alta es un delicioso bocado. Pero si al
paladar le ofrecemos huevos, patatas y cebolla, ¿por qué huir de
nuestra tradicional tortilla española? Jugosa por dentro, dorada por
fuera…Ha estado en nuestros recetarios desde hace siglos, será por
algo. Un éxito que la anterior deconstrucción no parece que vaya a
cosechar. Se antoja una moda pasajera y como para los amantes de la
buena mesa la gastronomía no es algo fugaz he aquí mucho más que
un recetario: Cocina sin
tonterías de Juan Eslava Galán y Diana Eslava publicado
por Planeta.
“Desde que somos vecinos, vivimos a
50 metros, cuando cocinamos, suelo ser yo, mi padre viene un rato
antes, prepara un vermú y ameniza la sesión culinaria contando
anécdotas, chascarrillos e historias de cada plato. Un día pensamos
que estaría muy bien recopilar todo esto en un libro”, así
explica Diana como padre e hija decidieron poner en común su gusto
por la buena mesa aunque detrás de este trabajo hay otras
motivaciones: recuperar las antiguas recetas de la abuela Emilia y
todo ha sido aderezado con el archivo personal de Juan Eslava Galán,
escritor y gastrónomo que nos ha dejado títulos de corte histórico
y novelesco como “Últimas pasiones del Caballero Almafiera”,
“Historia del mundo contada para escépticos” o “Ciudades de la
Bética”.
En este libro hay fotografías
familiares, carteles publicitarios, imágenes antiguas que hacen un
recorrido por nuestra cocina, la de siempre, por la que aboga esta
familia: “Son recetas que tienen siglos de existencia, que han
perdurado por ser sanas, variadas, baratas, es la cocina tradicional
que en los últimos años ha estado olvidada porque creíamos que la
modernidad consistía en dar la espalda a esto, porque pensábamos
que era cocina de pobres -asegura Juan Eslava Galán- Ahora nos damos
cuenta de que no, que es cocina de gente sana porque los guisos
modernos de mucha carne, de hamburguesas lo único que aportan son
problemas de colesterol, de corazón que antes no existían porque la
gente comía por ejemplo más legumbres y además vivimos una época
de crisis en la que no hay más remedio que cambiar los hábitos
alimenticios porque la cocina cara y mala para la salud no se puede
mantener”. Así de claro lo tiene Juan Eslava Galán (para escucharle hacer clic aquí)
Es defensor de una buena fritada de
berenjenas con tomate, de un chorizo a la sidra, de unas patatas a lo
pobre con huevos, una sopa de ajo, unas sardinas en escabeche, una
caldereta de cordero o unas peras al vino tinto. Manjares que
cocinaba su madre y que no cambia por “inventos como una uva que no
sabe a uva sino a aceituna”. Este autor de exquisito paladar
analiza la evolución de nuestra gastronomía, hemos ganado
estrellas, pero perdido autenticidad: “Hemos pasado de ser una
sociedad rural a una urbana, hemos mejorado teniendo luz, aceras,
calles…pero hemos perdido nuestra gastronomía, los auténticos
sabores del campo, de la fruta, de los tomates, los recetarios de las
abuelas. Cuando nos hemos querido modernizar una serie de cocineros
mitad cocineros mitad estafadores nos han colado platos como esa uva
que no sabe a uva o esa tortilla de patatas que hay que comerla con
cucharilla en una copa. Es demencial, ¿qué problema hay con la
tortilla de siempre? Este tipo de cocina para mí tiene un tono de
estafa y nosotros lo rechazamos”, recalca el auto.
Erudición y humor se alían con
ingredientes y con la Historia. Lo vemos cuando buscamos una receta
de lentejas: “En España, es un plato antiguo que ya consumían los
íberos. Los cristianos, sin embargo, las menospreciaban o la receta
de cocina más antigua que se conserva es un guiso de berenjenas.
Nefertiti, la bella egipcia, le escribe a su faraón ausente: 'Me
alimento de berenjenas para mantenerme ardiente esperando tu regreso,
amado mío'. Historia de la humanidad y del propio autor: “En mis
tiempos de mili la ensaladilla rusa se llamaba ensaladilla nacional y
a los filetes rusos filetes imperiales, había que evitar toda
alusión a la Rusia comunista” o cuando Eslava Galán rememora una
fuente de pimientos fritos recordando un Premio Azorín de Novela
junto a Camilo José Cela.
Padre e hija abogan por no perder lo
nuestro a través de anécdotas y conversaciones. De ahí que estás
páginas tengan esa cucharada de espontaneidad y frescura. Un
recetario especial en el que Juan aporta lo histórico y los
chascarrillos y Diana hurga en el legado de la abuela.
Páginas que se alejan de los nombres
imposibles, de las presentaciones minimalistas, de los platos
aderezados de nitrógeno y espumas inverosímiles…Investigadores de
condumios olvidados que además bucean en los recetarios con solera:
“He heredado de mi padre 500 libros de cocina, hay alguno actual
pero sobre todo son antiguos de los grandes maestros de la cocina y a
partir de ahí en lugar de buscar en Internet nos hemos basado en
estos libros, en sentarnos a charlar, reunirnos y practicar". (para escuchar a la autora hacer clic aquí)
Diana comenta que han cocinado todo lo
que podemos ver en Cocina sin
tonterías porque además, este trabajo quiere dejar claro
que cocinar puede ser algo divertido: “Meterse entre fogones no es
nada aburrido y después comer lo que se ha preparado con una buena
tertulia es fantástico en contra de comer en una bandeja delante del
televisor, esto es tristísimo”, comenta Juan Eslava (para escucharle, hacer clic aquí)
Un libro que rebosa de curiosidades
como la predilección de Ava Gardner por la lengua de vaca estofada.
Cuentan los autores que es bien sabido entre los antiguos camareros
madrileños que la actriz no pedía otra cosa en las tabernas de la
Cava Baja cuando visitaba nuestro país o que la Reina Isabel II era
capaz de tomarse dos fuentes de arroz con leche de una sentada.
Gustos a los que también responden
Juan y Diana Eslava. Para ella, sus platos favoritos son los que ya
apenas puede comer porque no tiene tiempo de prepararlos y en los
restaurantes no los sirven como las migas de su abuelo, que se comen
en el primer día de lluvia. Su padre sabe hacerlas y ella aprendió
en una ocasión en la que Juan no pudo “darle a la muñeca” por
una lesión.
Su progenitor escoge algo más ligero:
“un gazpacho como el de almendras, el ajoblanco que se hace en un
periquete en la batidora con un puñado de almendras blancas y si se
puede una almendra amarga”.
Ingredientes sencillos, platos simples
pero deliciosos que no se quedan solo en este libro. Los amantes de
la cocina y aquellos que no pudiendo escribir un recetario quieran
que su plato distinguido o aquel guiso de la familia no se pierda
entre el “fast food” pueden compartir su sabiduría culinaria con
cocineros, cocinillas en internautas en la siguiente dirección:
www.cocinasintonterias.com
Para que los olores y los sabores de
antaño no desaparezcan, para que recuperemos lo nuestro, lo bueno,
lo auténtico, lo sabroso: Cocina
sin tonterías de Juan Eslava Galán y Diana Eslava.
¡Buen Provecho!
Fotos: Sonia Castelani