Intentaré enseñaros lo poco que sé y lo mucho que me sorprende de libros, cuadros, fotos o cualquier otra cosa, para que todos nos quedemos ojipláticos al unísono viendo cómo se comía y guisaba hace años. De las orgías romanas a.C. a las fantasías en gelatina de los ochenta, todo tiene cabida en esta sección. Además así como que relleno el blog sin tener que engordar, guiño guiño.
Inauguramos #historyacomida en el blog con uno de los cuadros más cocineriles que hay en el Museo del Prado. De mediados del s. XVII y obra de un discípulo de Murillo, "La cocinera" no es que sea de una belleza mayúscula pero nos sirve para entrar en una cocina de 1650 (si pincháis en la imagen se ve mucho más grande y en detalle).
La cocinera, cuadro de la escuela de Bartolomé Esteban Murillo
Fuego y muchas cazuelas. Imaginaos cómo tenía que ser cocinar sin tener control sobre las temperaturas ni el tiempo, tan sólo pudiendo calcular según la aparente potencia del fuego y rezando padresnuestros. Atención al gallo que tiene que desplumar la sufrida cocinera mientras vigila las ollas, al gato, al perro y al niño.Lo más reconocible del cuadro, para satisfacer nuestra curiosidad de qué porras estaba guisando la mujer en cuestión, es un jamón asándose en espetón y en el brasero inferior un huevo cociéndose abierto.
Dad gracias al cielo por la vitrocerámica.