La intervención en el teatro romano de Clunia (Burgos) ha requerido una importante labor investigadora.
Foto: Emanuele Ciccomartino.
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
Como detalla el profesor Darío Álvarez, coordinador del Grupo, en el caso de la restauración del teatro romano de Clunia, se ha llevado a cabo en primer lugar un proceso de investigación con el fin de conocer en profundidad el edificio, tanto en su situación original como sus transformaciones a lo largo de la historia. Con ello, se ha conseguido dotarle de nuevo del uso para el que fue concebido, la puesta en escena de representaciones teatrales.
“Trabajamos desde hace cerca de 20 años en el yacimiento romano de Clunia en colaboración con la Diputación de Burgos. En el teatro hemos realizado un procedimiento muy novedoso, recopilando datos a través de la investigación para llevar a cabo después la recuperación. No hemos hecho una gran obra de reconstrucción, sino que hemos realizado actuaciones que son reversibles y que no dañan el yacimiento. Hemos reconfigurado la geometría del teatro, que se había perdido, hemos recompuesto algunos muros y hemos creado pasarelas que recorren la zona y que son accesibles para minusválidos, para que también puedan disfrutar de los espectáculos teatrales”, explica Álvarez.
El FORO Y "LA CASA DEL ACUEDUCTO" EN TIERMES
Por otro lado, la intervención del Laboratorio en Tiermes se ha centrado en el Foro y en la Casa del Acueducto, donde se ha tratado de mantener el paisaje cultural que configura el yacimiento, poniendo en valor todos los aspectos que confluyen en el mismo (como los propios restos, los materiales o la topografía) y facilitando su visita mediante recorridos y elementos didácticos.
“Aquí llevamos trabajando siete años junto con la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León. Las actuaciones que hemos llevado a cabo también son mínimas después de una amplia investigación previa. Hemos introducido elementos que favorecen la accesibilidad al visitante y permiten al instante entender cómo fue el Foro y la Casa, de modo que en la visión general nuestra actuación pasa desapercibida pero cuando el visitante está dentro de los restos puede entenderlos”, apunta.
MENCIÓN DE HONOR EN ROMA
La entrega de la Mención de Honor al Laboratorio gracias a estas intervenciones tuvo lugar el pasado 29 de agosto en Roma y, junto con otras 17 formaciones, los equipos de diferentes países presentaron sus trabajos en materia de patrimonio arqueológico. Un jurado internacional fue el encargado de otorgar dos premios y dos menciones de honor, una de ellas, para los proyectos del grupo vallisoletano. “Ambos casos son un magnífico ejemplo de lo que la Universidad puede hacer, no solo en la teoría también en la práctica”, subraya Álvarez. Asimismo, en el mismo acto se entregó un premio especial por su trayectoria profesional al arquitecto del Campus de Segovia, José Ignacio Linazasoro.
(Fuente: DICYT/ Cristina G. Pedraz)