Mataró, una ciudad enamorada del arte
La ciudad de Mataró se encuentra a sólo 30 kilómetros de Barcelona. Es la capital de la comarca del Maresme, situada en el litoral mediterráneo. Su origen se remonta al siglo I dC. En aquella época se denominaba Iluro, nombre que le dieron los romanos. A nivel anecdótico cabe señalar que Mataró tuvo la primera línea de ferrocarril de España (1848) y también el privilegio de tener la primera autopista de peaje del país: Barcelona-Montgat-Mataró en 1969.
Es una ciudad que siempre ha apostado por el terreno cultural, con espacios expositivos de gran interés, entre los que destacan la villa romana Clos (cercado) Arqueológico Torre LLauder, de finales del siglo I dC; la basílica barroca de Santa María, que cuenta con un conjunto pictórico de la capilla Dels Dolors, considerado como el más importante de Catalunya, obra de Antoni Viladomat; el Museo de Mataró y los centros artísticos Ca l'Arenas, Can Palauet y la Nau Gaudí (Colección Bassat).
Precisamente haremos referencia a esta última: la Colección Bassat, ubicada en la Nau Gaudí de Mataró, nave modernista que fue el primer proyecto del célebre arquitecto Antoni Gaudí. Se diseñó en 1878 y formaba parte del recinto fabril de la Cooperativa Obrera Mataronense, en el que también se debían construir casas unifamiliares, espacios de producción y diversos servicios para los obreros. Finalmente, sólo se edificaron una nave de blanqueo de algodón, unos sanitarios y dos viviendas. La singularidad de la nave radica en que Gaudí utilizó los arcos parabólicos, que luego usará en muchas de sus obras. Los 13 arcos de madera que actúan como soporte estructural, hacen innecesario el empleo de columnas o pilares, por lo que toda la superficie -600 metros cuadrados- se puede emplear para realizar exposiciones.
Lluís Bassat. La pasión por el arte y la publicidad
En 2010 se constituyó el Consorcio Museo de Arte Contemporáneo de Mataró, formado por el Ayuntamiento de la ciudad y por la Fundación Privada Carmen & Lluís Bassat, ocupando temporalmente la Nau Gaudí como sala de exposiciones y teniendo "como objetivo principal dar a conocer los artistas que pintaron o esculpieron las 3.000 obras que constituyen la Colección Bassat, muchos de ellos poco presentes en el panorama museístico". En un futuro está previsto que se construya un museo de nueva planta o bien se rehabilite algún espacio para que se pueda exhibir la mayoría de la colección de modo permanente.
Hasta la actualidad se han efectuado diez exposiciones solamente con los fondos de la colección, mostrándolos por épocas que van desde principios del siglo XX hasta finales del mismo. Recientemente se ha inaugurado la muestra que corresponde a la década de los 90, a través de 80 obras de 15 artistas.
Lluís Bassat (Barcelona, 1941) es un reconocido empresario del sector de la publicidad, fundador de la agencia Bassat & Asociados en 1975, hoy en día denominada Ogilvy & Mather. Se formó como técnico en publicidad, en ciencias sociales y administración de empresas. También estudió Derecho y Económicas, aunque no llegó a finalizar ambas carreras. Como presidente de Ovideo-Bassat-Sport, fue uno de los dos organizadores de las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. En 2004 ocupó el primer lugar entre los diez mejores publicitarios del mundo. Ha publicado siete libros sobre publicidad, siendo algunos de ellos un referente para los estudiantes y profesionales de ese campo.
Su afición por el coleccionismo proviene de muy joven, concretamente de 1973 cuando visitó la galería Adrià de Barcelona, una de las mejores salas de arte contemporáneo de la ciudad, hoy ya desaparecida. Después de haber adquirido su segundo cuadro, se llevó también a casa el 35 % de participación de la galería. Estuvo siete años como codirector, lo que le permitió conocer a muchos artistas, en aquel momento jóvenes creadores, pero también a otros de reconocido prestigio. Poco a poco fue incrementando su colección, ya que de cada exposición que hacia se quedaba alguna pieza.
Gracias a su interés principalmente por el arte catalán, aunque también posee obras de artistas nacionales y extranjeros, podemos afirmar que la Colección Bassat cubre el vacío existente entre el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC) y el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), ya que ambos parecen obviar que hay muchos artistas catalanes, sobre todo los informalistas y neofigurativos, que aún apareciendo en los libros de arte catalán, -como por ejemplo se puede comprobar en el volumen La segona meitat del segle XX", perteneciente a la colección Art català, de Edicions 62, publicado en 1996, obra de José Corredor Matheos-, no despiertan su interés para exponer sus obras en ellos. La contribución de Bassat en este apartado se puede considerar como imprescindible para entender y dar a conocer esta parte de la historia del arte contemporáneo catalán.
La Colección Bassat: el arte catalán contemporáneo
La primera exposición que se realizó en la Nau Gaudí fue en 2010, con la muestra dedicada a los años 1947-1969, donde se exhibió la primera pieza comprada en 1968, concretamente la tela abstracta Opus 68 (1968) del artista conceptual Ángel Jové. En el catálogo, Lluís Bassat señala que "los cuadros que se exponen ahora los hemos ido encontrando uno a uno, en galerías, en subastas, en colecciones particulares... Podríamos explicar la historia de cómo fuimos comprando cada cuadro, incluso del esfuerzo económico que tuvimos que hacer en algún momento para que no se nos escapase aquella pieza que nos interesaba tanto". Tanto Bassat como su esposa Carme han ido forjando la colección con obras que les gustaban, sin pensar en cotizaciones o influencias externas, sino a través de aspectos más interiores, como la satisfacción o el placer que experimentaban delante de la pieza. Por ello hay artistas que están muy bien representados en la colección, caso de Albert Ràfols-Casamada, Josep Guinovart o Joan Brotat. En esta muestra había obras de casi todos los integrantes del grupo de Dau al Set: Antoni Tàpies, Joan Ponç, Modest Cuixart y Joan Josep Tharrats, sólo faltaba Joan Brossa, del que posteriormente se ha exhibido su obra en otras exposiciones, del escultor Josep Maria Subirachs, los pintores Josep M. Sucre, Antoni Clavé, Joan Hernández Pijoan, Daniel Argimon, Eduard Arranz-Bravo, Maria Girona y Joan Vilacasas. Asimismo, la presencia de Pablo Picasso, Joan Miró y Joaquín Torres-García contribuían a dar mayor notoriedad a la exposición. Como se puede apreciar figuran diversas tendencias artísticas: cubismo, surrealismo, constructivismo, informalismo -en sus diferentes vertientes- y neofiguración.
Entre 2011 y 2014 se producen otras tres exposiciones, todas ellas basadas en el periodo 1970-1979, momento que coincide con su compromiso con la galería Adrià, dirigida también por su fundador Miquel Adrià y por Francesc Mestre, que luego estaría al frente de la galería René Metras, y posteriormente crearía su propia galería Francesc Mestre Art. Precisamente Bassat recuerda que cuando regresaba a casa después del trabajo, "cada noche que podía, iba a la galería donde Francesc Mestre me explicaba lo que había hecho, lo que había visto, lo que había comprado y también lo que había vendido, que no era mucho, porque quiero recordar que la crisis del petróleo comenzó precisamente aquel año y en España se hizo muy fuerte en 1975. Pero nos enriquecimos todos en experiencia, en sensibilidad, en padecimiento y sobretodo en amor al arte". En estas exposiciones aparecen algunos de los artistas ya mencionados y a su vez se incorporan otros: los escultores Andreu Alfaro y Marcel Martí y los pintores informalistas Erwin Bechtold y August Puig.
A partir de este momento se han ido celebrando diversas muestras, no tan sólo en la Nau Gaudí, sino en el resto del Estado y en el extranjero, lo que ha servido para dar a conocer de modo más amplio la colección. En 2014 realiza la quinta exposición que abraza un período más extenso: 1940-1979, mostrando el trabajo de 50 artistas, entre los cuales había obra del pintor surrealista belga René Magritte, del escultor vasco Eduardo Chillida y del recientemente desaparecido artista multidisciplinar el búlgaro Christo. La primera vez que la colección salió de Mataró fue hace cinco años, al Centro de Arte de la localidad madrileña de Alcobendas, donde el público pudo contemplar el período 1947-1979.
La etapa 1980-1989 mereció dos exposiciones los años 2016 y 2017, en las que por un lado era la primera ocasión que se exhibían tapices de Aurelia Muñoz y de Assumpció Raventós, y por el otro había una obra del pintor estadounidense Keith Haring, uno de los más importantes representantes del activismo social y del pop-art callejero. Delante mismo del MACBA se conserva un mural suyo. Posteriormente la colección se desplazó a L'Hospitalet de Llobregat, donde está ubicada la Tecla Sala.
La colección vuelve a viajar en 2017, en esta ocasión a Ávila, donde se exhiben también obras de Miquel Barceló, Antonio Saura y Manolo Valdés. Posteriormente en Mataró se celebra la primera muestra dedicada totalmente a la escultura (1911-1989), con piezas de Moisés Villèlia, conocido por los móviles de bambú, del conceptual Joan Brossa y del escultor Xavier Corberó, entre otros. De nuevo la colección sale del país y visita Sofía. Esta exposición fue especial para Bassat, ya que su abuelo era búlgaro, y por "eso me gustaría dedicar esta exposición a su memoria al cabo de ciento cuarenta y ocho años de su nacimiento en Bulgaria". Había piezas de Alexander Calder, Karel Appel y Andy Warhol. Como complemento a la exposición, ofreció una conferencia titulada "La vida de un coleccionista", que sirvió para explicar el proceso de creación y elaboración de su colección.
La primera muestra individual de la colección se produjo el año pasado y estaba dedicada a la figura del pintor Francesc Subarroca, artista prácticamente desconocido para el público. Otra muestra individual fue la de Eduard Arranz-Bravo, del que Bassat tiene un gran número de obras, aunque en esta ocasión se expusieron en la Fundación que el artista posee en L'Hospitalet de Llobregat. Más adelante en el corazón de Castilla-León, en Valladolid y después en diversas ciudades andaluzas: Sevilla, Huelva, Córdoba y Cádiz, a través de la Fundación Cajasol, se exhibieron obras de la colección. A principios del 2019 una representación de artistas mataroneses expuso en el Instituto Cervantes de Nueva York: el fotógrafo Ramon Manent y los pintores Josep Maria Codina, Jordi Prats, Rosa Codina-Esteve, Marc Prat y Perecoll. En total se mostraron dos obras por artista que luego fueron donadas al Instituto Cervantes.
La actual exposición abarca el periodo 1990-1999 (I), donde de nuevo hay un gran número de piezas de Ràfols-Casamada, además de la presencia de los informalistas Argimón, Jaume Genovart e Isabel Saludes, de los artistas de Mataró citados anteriormente, junto con Josep Serra, de creadores tan dispares como el madrileño Fernando Bellver y el conquense Miguel Zapata, que podríamos insertarlos en la tendencia neopop y los figurativos Agustí Puig, Miguel Condé y Montserrat Gudiol.
En Catalunya existen diversas fundaciones y colecciones privadas que cumplen también la misión de acercar el arte al público, lo que demuestra una mentalidad abierta en querer compartir su patrimonio. Por ello, fundaciones como Vila Casas, que dispone de varios espacios expositivos en Barcelona -Can Framis y Volart- y Girona -Torroella de Montgri y Palafrugell- ; así como las fundaciones Suñol -que recientemente se ha trasladado del Paseo de Gracia al barrio de Les Corts- y Fran Daurel, ambas en Barcelona, o bien la colección Antoni Gelonch, que ha cedido sus 1000 grabados al Museo de Lleida y la Fundació Sorigué de la misma ciudad, entre otras. Todo ello sin contar los museos o fundaciones dedicadas a un solo artista, caso de Tàpies, Miró, Dalí, Picasso, Arranz-Bravo, Guinovart, Vall Palou, Cuixart, Tharrats, Brossa, Monjo, Apel·les Fenosa, Cuixart...