Entre risas, Adriana Ocampo Uria dice que ella trabaja con los "Ferrari del Sistema Solar".
Nacida en Colombia pero criada en Argentina, Ocampo es responsable del programa Nuevas Fronteras en la agencia espacial estadounidense NASA, que coordina las sondas robóticas que viajan a toda velocidad hacia el gigante Júpiter y el enano Plutón.
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¿El objetivo? Acercarse lo más posible a estos cuerpos para resolver los misterios sobre su composición y sus características.
Además de trabajar en estas exploraciones planetarias, Ocampo tiene un rol mucho más terrenal: cuando no está pensando en los confines del Sistema Solar responde algunas de las cartas que los niños envían a la NASA con sus sueños.
BBC Mundo visitó a esta geóloga planetaria de 58 años en la sede central de la agencia espacial en Washington para conocer su trabajo.
"Perspectiva desconocida"
El primer Ferrari que 'maneja' Adriana Ocampo se llama Juno, está impulsado por paneles solares y se mueve tan rápido que podría viajar de Los Ángeles a Nueva York en dos minutos.
Su recorrido total durante cinco años será de 2.800 millones de kilómetros hasta que llegue a Júpiter, un coloso de gas y una estrella fallida que ha fascinando a los astrónomos durante siglos, pero que todavía guarda el secreto sobre su formación.
Ocampo le explica a BBC Mundo que el Ferrari llegará al gigante en 2016, lo orbitará y penetrará su densa atmósfera, lo que les dará a los científicos "una perspectiva antes desconocida de lo que es ese planeta".
Y esa perspectiva es clave, en opinión de la NASA.
Como la atmósfera de Júpiter tiene una composición similar a la del Sol, se cree que se formó temprano. Descubrir los detalles de su evolución les ayudaría a los científicos a entender el rol que han jugado titanes como Júpiter en la organización del Sistema Solar.
Ocampo explica que Júpiter también puede tener una de las claves sobre la formación de la vida.
Juno tratará de revelar la estructura interior del planeta para ver cómo influye en sus lunas, especialmente una de las más intrigantes, Europa.
Ésta, explica Ocampo, quizá contenga los tres ingredientes claves para la vida: agua líquida, material orgánico y una fuente de energía, que es la emitida por su planeta (ver video a la derecha).
Pero Ocampo no sólo está interesada en Júpiter y sus lunas.
No contenta con un Ferrari espacial, esta astrónoma colombiana también se encarga de otro: uno un poco más viejo que Juno, apenas del tamaño de un piano, pero que viajará incluso más lejos.
Se trata de la sonda Nuevos Horizontes, que se dirige hacia el mundo helado de Plutón.
Cuando fue lanzada en 2006, la NASA dijo que el conocimiento de ese planeta era tan limitado que podía caber "en la parte de atrás de una estampilla".
Los tiempos han cambiado. Plutón ya no es considerado un planeta y tiene varias lunas más de las que se creía.
El propósito de la misión, eso sí, sigue vigente: Nuevos Horizontes ya llegó a la mitad de su recorrido, cruzando en el proceso las lunas de Júpiter, y está previsto que pase por Plutón a mediados de 2015 para buscar estructuras geológicas, averiguar detalles sobre su atmósfera y analizar su superficie.
Mientras Juno y Nuevos Horizontes llegan a sus respectivos destinos y empiezan a emitir sus hallazgos, Adriana Ocampo se dedica también a una labor más terrenal: hablarles a los niños de su experiencia.
"Sueños rodantes por el Cosmos"
Cuando BBC Mundo le pregunta de dónde surgió su interés por las ciencias espaciales, Ocampo no duda en afirmar que fue "como un llamado de las estrellas".
Cuenta que cuando era una niña salía en las noches a la terraza de su casa, siempre acompañada de su perro Tauro, y se preguntaba por esos "puntitos de luz que veía en el cielo".
Intrigada por lo que podía estar más allá, decidió escribirle una carta a la NASA en español y ante su sorpresa, recibió una respuesta.
"Fue extraordinario por el impacto que tuvo en mí que alguien escuchara mi llamado y mi interés", cuenta. "Es algo que te marca".
Por eso hoy, cuando ya cumplió su sueño, intenta fomentar el de otros.
Además de escribir un libro en español para niños sobre "la reina Gravedad y el rey Masa", también se encarga de responder algunas de las cartas infantiles que llegan a la NASA.
Uno de los proyectos en los que está involucrada se llama Huele a Sueños, creado por un grupo de niños de 11 y 12 años en Medellín, Colombia, que se apasionaron por la astronomía tras ver una película basada en la obra de Carl Sagan (ver galería a la derecha).
Ocampo no sólo les ha explicado a estos niños su trabajo vía teleconferencia, sino que además los invitó a la sede de la NASA en Cabo Cañaveral, en el estado de Florida.
Y ellos respondieron enviándole una promesa que ahora está enmarcada en su oficina: "Así seamos astrónomos, poetas o hasta las personas más ocupadas del mundo, siempre prestaremos atención a los sueños rodantes por el cosmos".
Quién sabe: tal vez entre esos niños de Medellín esté, como ya ocurrió con Ocampo, el próximo científico colombiano encargado de manejar un Ferrari espacial.
Fuente: bbc.co.uk