Hoy toca hacer reseña de un libro, La conciencia del asesino, de Gorka Eceolaza Zabalza, que gané en un sorteo organizado por Laky en su blog, Libros que hay que leer. Así que vamos allá.
Sinopsis
La conciencia del asesino
Estoy por calificar la novela como thriller policíaco, aunque, y pese a que me encanta el género, no sé nunca muy bien (a excepción de lo cozy) catalogar este tipo de historias dentro de un subgénero.
La conciencia del asesino es una novela policíaca, desde luego: hay crímenes y policías que deben resolverlo, pero tiene también elementos propios del thriller, como esa atmósfera claustrofóbica que se genera dentro de Fundiciones Vasco Navarras, con una tormenta de nieve inclemente que les tiene prácticamente bloqueados, sin luz eléctrica y con un montón de cadáveres que van a apareciendo poco a poco, lo que les hace pensar que el asesino está ahí dentro, con ellos.
Atmósfera opresiva
El autor, Gorka Eceolaza Zabalza, logra crear un ambiente agobiante al que, sin embargo, creo que no ha sacado todo el jugo que habría podido exprimir. Quizá porque no deseaba alargar la novela, quizá por alguna otra razón que pertenece al mundo del escritor y queda fuera del alcance del lector, pero la parte que se desarrolla en Fundiciones Vasco Navarras podría haber dado mucho más de sí. Como lectora, me habría encantado sumergirme durante más tiempo en ese entorno claustrofóbico y tenso, azotado por una terrible tormenta de nieve y con un asesino entre sus paredes.
Humor
Un elemento curioso de esta atmósfera abrumadora que Eceolaza consigue fabricar en Fundiciones Vasco Navarras es el del humor. Entremezclado con la investigación policíaca y con los momentos de tensión a los que la situación conduce irremisiblemente, Eceolaza introduce constantes notas humorísticas a cuenta de unos personajes cuya naturaleza Diego Benítez es incapaz de comprender. El espíritu y el carácter navarro es algo que continuamente escapa al entendimiento del inspector sevillano, que jamás habría esperado encontrar una diferencia tan enorme en lo que se refiere a la idiosincrasia del nuevo lugar que le acoge.
Itinerario
La conciencia del asesino no se limita a un espacio cerrado como Fundiciones Vasco Narravas. En la novela salimos al exterior, en plena tormenta de nieve, y asistimos a nuevos asesinatos tan crueles como los cometidos en la fundición. Aquí, nuevamente, se me han quedado cortas estas escenas, en particular la que tiene lugar en la casa... No puedo decir más porque, de hacerlo, destriparía la novela. Pero me ha gustado muchísimo esa parte. Una vez más, como lectora, me habría encantado que el autor estirara más la historia ahí. ¡Es brutal! (en sentido positivo).
La novela nos lleva también a Barcelona, siguiendo el rastro del asesino, donde conocemos a un personaje entrañable del que tampoco puedo decir nada más para no destripar el asunto. Y, de allí, a Canarias, donde acaba por resolverse el caso de forma curiosa, sobre todo en lo que se refiere al final del asesino, del que por cierto no he hablado. Se trata de un bipersonaje (vaya palabro que acabo de inventarme, pero creo que es el que mejor lo define) en el que su conciencia, como bien explicita el título de la novela, tiene mucho, mucho que decir.
Conclusión
Novela entretenida, bien armada, con elementos humorísticos y un personaje protagonista muy humano, pero que me habría gustado que fuera un poco más larga. Creo que ciertas partes de la historia habrían agradecido un poquito más de detalle para regocijo del lector.