Revista Cultura y Ocio
Aunque tradicionalmente se considera que aquellos acontecimientos determinantes que cambian el rumbo de la Historia suelen ser los mejor conocidos en realidad estos periodos de transformación, que suelen coincidir con etapas de crisis, no siempre quedan bien documentados y, con el paso de los años, los verdaderos acontecimientos caen en el olvido. Claro ejemplo de todo ello es la conquista de Hispania por tropas musulmanas a partir del 711.
Por todos es conocida la historia del rey Rodrigo, don Julián, los witizianos, Tariq, Musa y otros personajes que protagonizan este acontecimiento determinante. Pero en este relato, tan conocido, se mezclan elementos legendarios con otros propiamente histórico al mismo tiempo que se nos presentan unas fuentes tardías y, en muchas ocasiones, poco fiables. Hay, sin embargo, una serie de puntos claves que nos permiten entender mejor la situación, entendiendo los relatos de la conquista, que trataremos a continuación.
El primero de estos hechos es la crisis que atravesaba el estado visigodo. A la inestabilidad política, casi proverbial del mismo, hay que unir una dura crisis económica y social en un reino que ve como el sistema esclavista sobre el que se había sustentado se está viniendo abajo. Claro ejemplo de esto último son las duras leyes decretadas por el rey Égica en el 702 en torno a los esclavos fugitivos. Todo ello se desarrolla en paralelo a persecuciones a grupos minoritarios como los judíos que, ante la difícil situación, no dudarán en apoyar a los conquistadores. Es esta coyuntura la que explica porqué los hispanos, en general, abrieron los brazos y las puertas de sus ciudades a los conquistadores. Sólo la ciudad de Mérida presentó una resistencia organizada y continuada que concluyó tras cerca de un año de asedio.
Un punto polémico en torno a la conquista a sido el carácter improvisado o planificado de la misma. En defensa de la primera tendencia parecen salir las fuentes con la imagen, un tanto caótica, que nos muestran de las acciones del ejército de Tariq primero y Musa más adelante. No obstante, el carácter planificado de la invasión ha sido defendido con argumentos muy sólidos por prestigiosos autores. Es el caso de Eduardo Manzano Moreno que, en una obra suya relativamente reciente, muestra este carácter de conquista preparada señalando la temprana existencia de una administración para la creación de moneda en al-Ándalus y de la presencia de una serie de acuñaciones en la actual Tánger los años anteriores a la conquistas que llevan leyendas sobre la yihad, y que podrían haber sido acuñadas para pagar a las tropas.
El último acontecimiento a destacar es el hecho de que la invasión de la Península difiere en un elemento fundamental del resto de las invasiones árabes: el ejército no está compuesto sólo por árabes. En efecto, las primeras tropas que cruzaron con Tariq eran, fundamentalmente, bereberes y la presencia de los mismos será frecuente desde un primer momento. Pese a la conversión de estos al Islam y al supuesto trato igualitario que existía dentro de este sistema religioso, tras la conquista del reino visigodo los bereberes seguían siendo mirados como musulmanes de segunda clase por aquellos individuos de origen árabe que, lo que es aún más grave, no dudaron en repartirse las mejores tierras sin tener en cuenta a estas tribus norteafricanas. Se encuentra aquí una de las bases de las luchas sociales que marcaran la primera fase de la historia de al-Ándalus.Mucho más en... http://selvadelolvido.blogspot.com/